Después de tres semanas del temporal que golpeó a la región de Atacama, la División Salvador continúa trabajando en el reinicio de sus operaciones, en una acción conjunta de trabajadores propios y contratistas, cuyo objetivo prioritario es normalizar el funcionamiento tanto de la ciudad como de la División, comentó la empresa en un comunicado. Según el gerente general de División Salvador, Juan Carlos Avendaño, el lunes 20 de abril se retomará la operación de la faena.
“División Salvador se está levantando con sentido de urgencia”, con estas palabras, Avendaño se refirió a los efectos del temporal de lluvia que desde el 24 de marzo pasado afectó a la provincia de Chañaral. “Estamos con dedicación exclusiva, primero en levantar todos los temas que tienen que ver con la comunidad y luego, asegurando nuestros desafíos de seguridad y producción».
Agua y electricidad
Las primeras acciones de la división fueron la recuperación de los suministros de agua y electricidad de la zona. «Muchas de nuestras subestaciones quedaron enterradas en el barro. Asimismo, con el correr de las primera semanas logramos normalizar una de las líneas de alta tensión ya que la segunda línea sufrió graves daños, con 21 torres destruidas en los 30 kilómetros que unen a Diego de Almagro con Agua Dulce y está previsto que recuperarla, tomará el resto del año”, detalló Avendaño.
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Desde entonces, la prioridad ha pasado a ser la restitución del agua potable. La tarea implica un esfuerzo extra ya que el aluvión se llevó consigo entre 3 y 5 kilómetros de las tuberías de aducción, «lo que ha provocado que no tengamos el suministro permanente de agua potable en El Salvador”. Mientras se solucionaba este aspecto, la faena ha estado en racionamiento, «usándola en su justa medida».
Mientras se soluciona el factor hídrico, Salvador trabaja con dos plantas de osmosis inversa, «que nos permitirán mejorar esta problemática en el corto plazo», aunque esperan resolver la cuestión en los próximos días. «Solucionar la problemática del agua potable nos permitirá mejorar las condiciones de nuestros trabajadores y familias, de manera que puedan contar con agua para beber, aseo e higiene y no se generen focos que puedan ser complicados desde el punto de vista sanitario».
Levantar la producción
Cuando el suministro de agua se haya levantado, a Salvador le quedará reiniciar su producción. “La Mina Rajo y Mina Subterránea ya están en condiciones de partir, en el caso de la concentradora hay problemas más importantes, lo que requiere de maquinaria y limpieza por parte de personal que ya se encuentra trabajando en ello”, explicó el gerente de División Salvador.
En relación al depósito de relave Pampa Austral, el Avendaño dijo que «el depósito operó con absoluta normalidad y lo que pasó es que con la lluvia el nivel de agua aumentó, pero en ningún caso poniendo en riesgo a las comunidades aledañas, puesto que la revancha entre el espejo de agua y el coronamiento de sus muros, se mantuvo entre niveles de uno y medio, y dos metros”.
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Otro aspecto importante es la puesta en marcha de la concentradora. En este sentido, tiene especial importancia el concentraducto (la línea de conducción de concentrado entre la planta concentradora y la de filtros) que se extiende por 15 kilómetros y que también sufrió daños. «Se está haciendo un trabajo especial para recuperar toda la estructura metálica que sustentaba las cañerías”.
Caminos
“No quedó ningún camino transitable, sin embargo después de haber hecho un trabajo muy fuerte con nuestra gente hemos ido recuperando conectividad vial. El día después de concluido el temporal nos conectamos con Potrerillos a través de vehículos livianos, y al día siguiente con Diego de Almagro a través de la preparación de un camino antiguo, ahora estamos trabajando para mejorar otros caminos públicos”, comentó el gerente de Salvador.