Principales socios comerciales de Chile afrontarán 2015 con complejas reformas

Ene 12, 2015

En conjunto, China, Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Brasil aportan el 70% de los retornos por exportaciones chilenas. Pero de ellos, solo en Estados Unidos están puestas las esperanzas de un buen desempeño económico.

(El Mercurio) Con Estados Unidos como pieza fundamental del crecimiento de las exportaciones chilenas. Así es el panorama que se proyecta al analizar los cinco principales destinos de las exportaciones de nuestro país al mundo durante 2015.

Y es que a pesar del temor que generan las decisiones que tome la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) para normalizar su política monetaria, hoy muchos definen a Estados Unidos como un motor de crecimiento mundial este año.

En el caso de China, la Unión Europea, Japón y Brasil, las estimaciones apuntan a una mantención en los montos de los envíos chilenos, e incluso en algunos casos no se descarta una leve baja, debido a una serie de riesgos que enfrentan esas economías, marcadas por bajo crecimiento y reformas estructurales que sus respectivos gobiernos deberán acometer (ver recuadros)

En China -que representa el 25% de los envíos chilenos totales- existe una gran incógnita, debido a la nueva composición que está tomando su crecimiento económico.

Más allá de la tasa de expansión, que este año bordearía el 7%, los analistas destacan el mayor protagonismo que adquiriría el consumo de las personas a futuro. Sin embargo, dado que hoy muchos tienen temores respecto del ritmo que tenga esta transformación, no se proyecta un salto importante en las exportaciones chilenas y se impondría la mantención, por lo menos este año.

En su conjunto, China, Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Brasil representan el 70% de los embarques chilenos al mundo, por lo que lo que ocurra en esas economías no es indiferente para Chile.

Crecimiento al 4%

A nivel general se espera que el sector externo aporte este año al crecimiento del país, pese a los nubarrones sobre China, la Unión Europea, Japón y Brasil. Según el último Informe de Política Monetaria del Banco Central los envíos crecerán 4% este año. En 2014 la expansión no superó el 2%.

Rodrigo Aravena, economista jefe del Banco de Chile, explica que principalmente dos elementos jugarán a favor de un mayor protagonismo del sector exportador este año.

Uno, el aporte que realiza una mayor cotización del dólar respecto del peso, ya que los ingresos de las firmas exportadoras subirán con un tipo de cambio más alto. Los costos, como en su mayoría son en pesos, bajarán.

Un segundo elemento es la caída en el valor del petróleo, ya que esto mejora los términos de intercambio, en un contexto donde el precio del petróleo ha caído más que el del cobre. Esta ecuación deja a Chile en una mejor posición.

Aravena señala que desde abril de 2014 el petróleo WTI ha caído 53% en su valor, mientra que el retroceso del cobre ha sido solo de 13%.

Depreciación del euro, clave para repunte de la UE

La Unión Europea (UE) como bloque tiene un peso relevante para el comercio exterior de nuestro país al concentrar cerca de 18% de los envíos totales.

Para 2015, el FMI prevé un crecimiento económico de 1,75%.

El subgerente de Estrategia de Banchile Rodrigo Ibáñez explica que una de las fuerzas que jugarán a favor de la actividad del bloque será la depreciación del euro, ya que el hecho de que se requieran más euros para adquirir un dólar es un impulso para el sector exportador europeo, pero además porque este hecho permite que las expectativas de inflación -que hoy están muy bajas en la UE configurando un serio problema- vuelvan a subir y que comience a fluir el crédito en el sector financiero.

«La depreciación del euro es imperativa», señala Ibáñez.

Sobre los países que liderarán el crecimiento en 2015 se espera que Alemania mantenga su protagonismo y que se sumen países de la periferia, como España, debido la recuperación que ha mostrado su sector financiero, a diferencia de Italia, donde eso no ha ocurrido aún.

Se prevé que en 2014 las exportaciones chilenas a la UE superaron levemente los US$ 13 mil millones y que este año esa cifra se mantenga. Un alza pasa, entre otras razones, por una mantención en la depreciación del euro y una consolidación del repunte español.

Brasil: a la espera de reformas de la mano del ministro Levy

Brasil es hoy una economía al borde de la recesión, con sus cuentas públicas en rojo y una inflación al alza que obligará a la Presidenta reelecta, Dilma Rousseff, a adoptar medidas.

El FMI proyecta que Brasil crecerá 1,3% en 2015, pero el gobierno de Brasil redujo su previsión a 0,8%.

A juicio del economista de la Fundación Getulio Vargas, Robson Gonçalves, para que la economía brasileña repunte, más que hablar de cambios drásticos, es necesario recuperar la confianza de los empresarios e inversores internacionales.

«Lo ideal es establecer de forma rápida y claramente las orientaciones de política económica. Con esto, el PIB del país podría crecer hasta un 2% en 2015», señala.

A juicio de Robson Gonçalves varias declaraciones realizadas por el nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, indican un corte más liberal y menos intervencionista por parte del Estado, lo que él ve con buenos ojos. Sin embargo advierte que la autonomía real del nuevo ministro solo se conocerá con el tiempo.

A noviembre de 2014, las exportaciones chilenas a Brasil ascienden a US$ 3.796 millones y el mercado prevé que cierre en niveles similares a los exhibidos en 2013. Ese año los envíos a esa economía ascendieron a US$ 4.427 millones. En 2015, las cifras deberían mantenerse o exhibir una leve baja.

Para Gonçalves algunos elementos que jugarán en contra de quienes exportan a Brasil -como Chile-, son la inestabilidad económica de ese país, pero además la depreciación experimentada por el real frente al dólar. Eso ha encarecido los productos que Brasil importa y los mayores precios a veces son un desincentivo para los consumidores, advierte.

Estados Unidos: el motor que tira el carro, pero mercado sigue atento a la Fed

Estados Unidos es la economía global que mejores perspectivas tiene para este año, con un crecimiento estimado en torno a 3%. De ahí el consenso en que el país del norte será el motor de la economía mundial en 2015.

Algunos de los factores que están confluyendo a su favor son la baja inflación, los menores precios de las gasolinas, el alza en el precio de activos, como acciones y propiedades, y un mercado laboral en continua mejora.

Esto ha generado un repunte significativo en la confianza de los consumidores en Estados Unidos.

Los mayores riesgos en lo económico a nivel interno radican en cómo y cuándo se ponga fin al programa de expansión cuantitativa de la Reserva Federal (Fed), organismo que ha preparado el terreno para subir las tasas de interés en 2015 por primera vez en nueve años. Este proceso el mercado lo sigue atento.

Pablo Correa, economista jefe de Santander, explica que si no se remueven los estímulos monetarios a tiempo y permanecen las tasas de interés bajas, se generará inflación en los activos. Advierte que este fenómeno ocurrió en la crisis subprime y que es más complejo de abordar que la inflación de bienes y servicios, porque puede complicar los balances de empresas y afectar el consumo.

Si este escenario se da, las empresas chilenas con operaciones en Estados Unidos enfrentarían un encarecimiento en el financiamiento de largo plazo, mientras que en Chile el impacto sería que el financiamiento en pesos subiría.

Si el fin del estímulo monetario se desarrolla con normalidad las expectativas para Estados Unidos mejoran. A juicio de Correa, una salida para lograr este objetivo sería elevar las tasas de interés en dicho país, a todos los plazos en forma simultánea y así evitar disrupciones.

Si bien el principal temor está en las decisiones que tome la Fed, los economistas suman otro elemento que presenta riesgos: los conflictos geopolíticos y ahí el foco está en Rusia.

Correa explica que un eventual cambio en la política exterior de Rusia, debido a la caída abrupta en el precio del petróleo, generaría mucha volatilidad en los mercados e impactaría a Estados Unidos. Pese a los temores, la balanza se inclina con mayor fuerza hacia un fortalecimiento de la economía norteamericana. Las exportaciones chilenas a ese país en 2014 habrían llegado a cerca de US$ 9.500 millones, y Pablo Correa proyecta que superen los $10 mil millones este año, impulsados por el incremento en los montos exportados, dada una mayor demanda y una mayor cotización del dólar.

Exportaciones a Japón podrían crecer por demanda de commodities

Difícil le ha resultado a Japón recomponerse de los impactos del alza en el impuesto al consumo aplicado en 2014.

La variable más golpeada con esta medida -que buscaba generar ingresos adicionales para hacer frente a la deuda pública que alcanza el 230% del PIB- ha sido el consumo privado, que no ha logrado repuntar.

El alza tributaria incluso ha afectado el crecimiento de Japón en su conjunto, advierte Julie Kim, directora del Centro Asia Pacífico de la UDP.

Para este año, el FMI ni siquiera ve posible que la economía nipona alcance el 1% de crecimiento. Kim prevé una contracción cercana a 0,5%.

Algunas medidas que el mercado ve con buenos ojos y que podrían ayudar a la reactivación de ese país este año son la postergación para 2017 del alza gradual de impuestos, los anuncios realizados antes que finalizara 2014 y la reactivación de una agenda de mayor apertura comercial por parte de Japón.

Benjamín Sierra, economista de Scotiabank Chile, además destaca otro punto a favor: Japón es ganador con el retroceso del precio del petróleo.

Kim destaca el plan de estímulo fiscal por US$ 29 mil millones anunciado a fines del año pasado y que el enfoque de este programa sea impulsar nuevos proyectos en infraestructura. Esto podría incidir positivamente en la demanda por commodities de Japón hacia Chile.

Dos tercios de las exportaciones chilenas a Japón son productos mineros y otro tercio corresponde a manufacturas de diverso tipo.

Benjamín Sierra estima que las proyecciones permiten ser «razonablemente optimistas» respecto de la internación de insumos por parte de Japón desde nuestro país.

Sierra afirma que las expectativas sobre la economía de Japón irán mejorando en la medida que el país aborde una agenda de cambios estructurales. Kim sostiene que una de las reformas necesarias es la laboral para elevar la fuerza laboral femenina y mejorar los salarios.

China busca una «nueva etapa» de crecimiento económico

China ha entrado en una «nueva etapa» de crecimiento económico, es el planteamiento que distintos expertos realizan respecto del gigante asiático.

Esto porque su expansión se basará más bien en un aumento en el consumo de sus habitantes, más que en inversión.

En la última cumbre del APEC, el Presidente chino, Xi Jinping, definió este proceso como «la nueva normalidad».

¿Entonces qué lectura hay que hacer del crecimiento cercano a 7% que el FMI espera para China este año? El ex embajador en China y actual director del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China de la Universidad Andrés Bello, Fernando Reyes Matta, estuvo hace tres meses en el gigante asiático. Comenta que en ese viaje analizó con distintos expertos el nuevo contexto económico de dicho país, marcado por un repunte en la demanda interna, la reforma a la fijación de precios para la energía (entregando ese tema al mercado), la nueva cobertura en seguridad social, una mayor iniciativa privada en la innovación y las medidas que se están tomando para eliminar trámites para la creación de empresas en ese país.

«En la medida que se mejoren los servicios sociales y los salarios los chinos estarán dispuestos a gastar más. La demanda en China está por cobrar vida de una forma que nunca hemos visto», indica.

Pese a su optimismo, Reyes no descarta una leve disminución en los envíos chilenos a ese país, debido a que los consumidores chinos, principalmente los de sectores medios, ven hoy con inquietud las transformaciones. Además, por el impacto que genera un menor precio del cobre.

Jorge Selaive, economista jefe de BBVA, señala que las exportaciones chilenas a China corresponden en su gran mayoría a cobre y sus derivados, junto a celulosa, harina de pescado y madera. «Menos del 1% de nuestras exportaciones a China corresponden a variedades a granel o envasadas de vino, como un ejemplo de exportaciones donde la diferenciación puede tener un rol relevante y la marca «Chile» puede distinguirse, dando espacio para que los precios no sean determinados en bolsas de commodities «, señala Selaive.

Reyes Matta enfatiza que Chile «debe darse cuenta de que China está en un proceso de transformación» y que si es capaz de asumir ello y potenciar nuevas áreas de exportación, se abrirán muchas oportunidades en el mediano y largo plazo.

«Si se trata de pensar sin límites en China, tenemos un enorme mercado para crecer en exportaciones no tradicionales», sostiene Selaive.

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