(El Mercurio de Antofagasta) Bajas ventas del comercio y supermercado, escasa afluencia a pubs y a restaurantes, aumento de la morosidad, desempleo y cobros del seguro de cesantía son sólo alguno de los indicadores que reflejan el actual escenario económico que enfrenta la región producto de la baja en el precio de cobre.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) demuestran que en poco más de tres años Antofagasta pasó desde una situación de pleno empleo a registrar una tasa de desocupación de 7,3% – según la última medición – una de las más altas del país y sobre la media nacional (6,9%).
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