Mineras y forestales ganan más de lo que pierden con el dólar bajo

Feb 26, 2018

Alza global de materias primas lo compensa. El retail, en todo caso, es el más beneficiado.

(La Segunda) La caída cercana a 8% en el valor del dólar frente al peso en el último año, que rompió esta mañana la marca de $590 en medio de una mejoría en el precio del cobre y mayores flujos hacia los mercados emergentes, está provocando un dolor de cabeza entre los exportadores nacionales especialmente del sector frutícola.

Sin embargo, hay empresas que venden al extranjero, pero que reciben un impacto menor del tipo de cambio o casi no lo sienten, gracias a otras variables, como los llamados fundamentales en que se mueven las empresas (los factores ligados a la operación misma).

Por supuesto, también un dólar a este precio saca sonrisas entre los importadores y contribuye, además, a una reactivación del consumo.

En el caso de las compañías que se dedican a la exportación de materias primas, como forestales y mineras, un dólar más bajo implica menores ingresos del exterior, pero la debilidad que ha mostrado la moneda estadounidense a nivel global también se traduce en mejores precios de las materias primas en los mercados internacionales.

“Las empresas con ingresos en dólares, exportadoras, son las que sufren con mayor fuerza estos eventos de apreciación de la moneda local. Ahora bien, es un fenómeno que se ha dado con todas las monedas frente al dólar, lo que ayudará a mitigar de mejor forma el efecto mencionado”, dice Francisco Soto, gerente de Renta Variable de Tanner.

“Las empresas de commodities caen en esta categoría, pero se atenúa o disipa completamente el efecto, debido a que un dólar más débil trae precios de materias primas más elevados”, agrega.

De hecho, en lo que va de 2018 el cobre, el principal producto de exportación del país, acumula un precio promedio de US$3,19 por libra, lo que equivale a un alza del 20% frente a la cotización para el mismo período del año anterior. Una buena noticia para Codelco, pero también para las mineras multinacionales que operan en Chile.

Y como aliciente para el sector forestal, representado por Arauco —filial de Copec— y Empresas CMPC, la celulosa fibra corta actualmente se negocia sobre US$1.000 por tonelada, un 48% más que hace un año.

“Hemos visto un mayor valor en el precio de los commodities tanto metálicos como celulosa y eso favorece los resultados de las compañías y es un efecto mucho más positivo que los movimientos que hemos visto en el tipo de cambio”, dice Marcelo Catalán, jefe de Equity Research de Bci Corredor de Bolsa.

“Los precios de la celulosa han mostrado un muy buen desempeño, entonces eso más que compensa cualquier apreciación de la moneda local”, agrega.

En el caso de otras exportadoras que no venden commodities, como las viñas o los productores de salmones, un bajo tipo de cambio tendría un efecto más adverso, porque sus costos están principalmente en moneda local y sus exportaciones, en dólares.

Pero las empresas de este sector se han diversificado. Por ejemplo, Concha y Toro tiene un mix de monedas relevantes a nivel global, con influencia de la libra esterlina, del euro o de otras monedas europeas, que sirven de contrapeso al monetizar sus operaciones en el extranjero. “Es más sensible ante un debilitamiento del tipo de cambio, pero hay que tomar en cuenta que es una compañía que antes estaba muy expuesta al dólar local, acá en Chile, pero hoy día tiene una mayor diversificación”, dice Catalán.

En el caso de las eléctricas como Enel, Colbún o AES Gener, si bien su endeudamiento en dólares implicaría una menor carga financiera, los precios de la energía están indexados a la moneda estadounidense, por lo que no sentirían un cambio tan significativo en sus números.

Retail y bebidas

La otra cara de la moneda son las empresas del sector comercio. “A nivel operacional, el sector retail es uno de los que en teoría se ve más favorecido, ya que el menor tipo de cambio impulsa sus márgenes brutos”, dice Aldo Morales, jefe de Estudios de BICE Inversiones.

“Los más beneficiados son los con mayores costos en dólares, importadoras, que se benefician de un costo de sus materias primas o servicios más baratos debido a este efecto. El sector retail es el más expuesto a este efecto a nivel local”, o sea atención Falabella, Cencosud, Ripley, La Polar o Tricot, coincide Soto de Tanner.

Catalán indica que, en todo caso, se hace difícil la transmisión a precios o que el dólar más débil aumente los márgenes de las compañías, pues se trata de una industria donde la competencia es dura y creciente. “Obviamente con esta evolución del dólar, el efecto negativo que puede llegar a provocar la mayor competencia se ve compensado, en gran parte, por la evolución del tipo de cambio”, afirma.

Otro sector que se ve favorecido con un dólar bajo es el de las bebidas, como es el caso de Embotelladora Andina o CCU, ya que el costo del precio del azúcar y los concentrados que utilizan en la elaboración de sus productos están en dólares y sus ingresos, en pesos. “El dólar depreciado permite que los costos disminuyan y el margen tiende a mejorar”, dice Catalán.

Por ahora, todas las proyecciones indican que al menos en el corto plazo el precio del dólar se mantendrá por debajo de los $600. De hecho, la más reciente Encuesta de Operadores Financieros del Banco Central proyectó $595 para mediados de marzo. Incluso, hay brokers que se sitúan aún más bajo, en el rango de los $580 a $590 en los próximos meses.

“El efecto final depende del nivel de coberturas de tipo de cambio que tengan las distintas empresas e industrias”, concluye Morales.

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