(El Mercurio) Aunque los tiempos en los tribunales se han tornado más lentos debido a la crisis sanitaria, la defensa del ex presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, afina los detalles de la arremetida judicial con la que busca desacreditar las acusaciones de tráfico de influencias que pesan en su contra y que están plasmadas en la querella presentada por la cuprera. A esta acción se sumó el Consejo de Defensa del Estado, que en su acción sumó los delitos de cohecho y soborno.
Este caso tomó forma a fines de diciembre, cuando Codelco interpuso esta querella criminal contra quien resulte responsable del delito de tráfico de influencias, vinculado a la asignación, en 2015, de un contrato para el transporte de mineral de la división El Salvador a la firma Indak.