(Pulso) Un crudo análisis sobre el escenario actual de la economía chilena realizó el banco británico HSBC en su reporte de noviembre donde afirma que “es probable que Chile se mantenga en una fase de bajo crecimiento durante varios años”.
En este sentido, la entidad enfatizó que el actual proceso de desaceleración “no es sólo cíclico. Estimamos que el crecimiento potencial del PIB (Producto Interno Bruto) en Chile se ubica actualmente en cerca de 4%, mientras que hace poco más de un año lo estimábamos en cerca de 5%”.
Al respecto, recalca que los factores más relevantes que pesaron sobre esta reducción de proyecciones fueron: la contracción de la inversión fija; peores perspectivas para el corto plazo, en especial de los sectores de minería y energía; y una reciente disminución de la productividad del trabajo.
Asimismo, el informe argumenta que, a diferencia de los ciclos económicos anteriores, la trayectoria del consumo se mantendrá débil, “incluso después de que la inversión comience una recuperación moderada”, con lo que el organismo corrigió sus proyecciones para la expansión de la actividad nacional a un 2,2% en 2014, y un 3,3% para el próximo año.
Sin embargo, enfatizan que la economía chilena mantendrá un nivel de crecimiento por debajo del potencial hasta 2016, con una perspectiva de 3,5% para ese ejercicio.
Cabe recordar que las estimaciones del ministerio de Hacienda señalan que en 2016 el país debiera empezar a crecer al mismo ritmo de su PIB potencial que estiman en 4,3%.
Respecto al consumo, la institución explica que entre los factores que estarán explicando su moderación están el menor empleo y los salarios, el crédito y el tipo de cambio.
“Observamos que los consumidores están empezando a sentir la desaceleración en curso, pero algunos de esos factores están, en efecto, empezando un giro para peor”, apunta.
En tanto, HSBC también advierte que el clima de los negocios es particularmente difícil.
“En nuestro escenario base, no hay vientos de cola que vengan a ayudar a la recuperación de la economía chilena, como ocurrió después de la crisis financiera global, y que permita un repunte en V”, precisa el reporte.
En esta línea, sostiene que es probable que esta lenta recuperación esperada para el país tenga consecuencias políticas, toda vez que “los políticos se enfrentarán a decisiones difíciles en los próximos años, ya que tendrán que elegir entre el cumplimiento de sus objetivos de consolidación fiscal o impulsar el crecimiento”.