(El Mercurio) Flaco y de pelo revuelto, José Perelló, gerente de exploraciones internacionales de la minera de los Luksic, Antofagasta Minerals, recibió este año dos de las máximas distinciones que puede tener un geólogo en su vida profesional: el Thayer Lindsley Visiting Lecturer y el Silver Metal Awards, ambos de la Society of Economic Geologists (SEG).
Si bien sabía que postulaba al primero de estos galardones -por haber descubierto la principal franja de cobre desde Alaska a Chile- el segundo es un premio tan reputado que cuando leyó el mail avisándole que ganaba el Silver Metal Award, pensó que la SEG se había equivocado. Mal que mal, lo habían obtenido Francois Robert, responsable de buscar oro para Barrick; Ross Large, una de las mayores eminencias de Australia o el astrobiólogo Hiroshi Ohmoto, entre otros.
«Es como el «Balón de Oro» del fútbol», comenta José Perelló.
Este profesional busca «monstruos» o «elefantes» por el mundo. Los geólogos llaman «elefantes» a los grandes yacimientos. Los paquidermos chilenos son Escondida, Chuquicamata, El Teniente, Los Bronces y un largo etc. Pero en el futuro habrá más. «Creo que en Chile aún hay elefantes ocultos, porque los que estaban a la vista ya se descubrieron», sostiene.
Este geólogo de la Universidad de Chile que quería ser paleontólogo en sus tiempos de estudiante, ha encontrado estos grandes yacimientos en los cinco continentes.
Partió en La Escondida, en ese entonces, de la Minera Utah y Getty, cuando había sido recién descubierta, en 1982. Luego se fue a Canadá a estudiar y después, cuando Minera Utah ya era de BHP, partió un largo periplo por Mali, descubriendo oro; por Salt Lake buscando cobre y metales preciosos. Él y su equipo descubrieron Reko Diq en Paquistán, hoy de Antofagasta Minerals, y Oyu Tolgoi en el desierto de Gobi, el yacimiento que cambió la economía de Mongolia. Fue también parte del equipo de BHP que descubrió de La Fortuna, hoy El Morro.
Luego partió a Tucson, Arizona, y cuando BHP Billiton cambió su estrategia global para enfocarse en producción, retornó a Chile.
Ricardo Muhr -hoy vicepresidente de Antofagasta Minerals y que había sido su colega en La Escondida- lo llamó a Anaconda, de los Luksic en 1999. En este team descubrieron el Distrito Centinela y Esperanza Sur.
En el mundo están buscando cobre y todos los metales asociados en Portugal, Suecia, Finlandia, Norteamérica y Australia, con énfasis en esos dos últimos mercados. En Latinoamérica han visto Perú y de hecho hicieron un descubrimiento, Cotabambas, en Cuzco, que vendieron en 2005.
Fuente / El Mercurio