El presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, señaló que en la Corporación debe enfrentar el panorama actual del mercado del cobre disminuyendo costos y ajustando los negocios marginales, así como desarrollando los proyectos estructurales e incorporando nuevas tecnologías.
El personero intervino en la 66a Convención Anual del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCh) que se está realizando en Calama.
Sobre el precio del cobre, Pizarro hizo ver que los pronósticos indican que éste se mantendrá levemente bajo los US$2,5 la libra durante 2016 y 2017, y que a partir de 2018 registrará un alza moderada, llegando en 2019 a un nivel cercano a US$2,8 la libra producto de un déficit de la oferta de cobre a nivel global.
Agregó además que los precios actuales de los commodities, en especial del cobre, se deben fundamentalmente a una caída importante en el PIB de China, producto de un menor desarrollo de infraestructura e industrialización en ese país.
Riesgos para 2016
Refiriéndose a los riesgos para 2016, el presidente ejecutivo de Codelco sostuvo que uno de ellos es que el cobre se situé en US$1,8-US$2,1 por libra, debido a una baja en la inversión del gobierno chino, a una desaceleración de la construcción, un avance lento en las reformas y aumento de los inventarios.
Respecto del PIB de China, el ejecutivo dijo que se estima varíe entre 6% y 6,5% (según el FMI) entre 2016 y 2020, muy distante del ritmo de 10% de los últimos años. Lo anterior se basa en que el país asiático fijará su foco en el consumo interno y los servicios, en el ajuste estructural al sistema financiero, priorizando lo ambiental y el ataque frontal a la corrupción.
El consumo de cobre vendría por desarrollos de la red de distribución eléctrica al interior del país, urbanización e infraestructura para movilizar 100 millones de habitantes hacia las ciudades. En energía se prevé un crecimiento del gasto de 9% anual por la ampliación de la red de distribución eléctrica y la conexión de la nueva capacidad de generación (mayor uso del cobre). En telecomunicaciones el consumo está relacionado con la construcción de red de banda ancha de alta velocidad. Paralelamente, se ve un aumento de la demanda interna por autos, teléfonos y bienes de consumo que contienen cobre.