Baja de precios pone en riesgo cartera de proyectos mineros en Chile

Jul 28, 2015

Iniciativas que se proyecta estén sobre el tercer cuartil de costos de la minería podrían no concretarse con los valores actuales, como Quebrada Blanca hipógeno.

(Pulso) Se trata de información guardada con profundo celo por parte de las empresas mineras, pero que en algunos estudios privados ha sido develada, al menos parcialmente.

Es el precio límite que podrían soportar los proyectos mineros de futuro que están desarrollando las empresas mineras locales, entre las que se cuentan las privadas y la estatal Codelco. En general, éstas se ubican en cuartiles donde los dos primeros todavía podrían soportar precios como los actuales, debido a que se trata de iniciativas de gran escala, mayor ley y alta productividad.

El último estudio “Potencialidades y Desafíos para la Minería del Cobre Chileno a 2035”, elaborado por el Centro de Minería de la UC, da algunas luces al respecto. Según el análisis, basado en un informe de la consultora internacional Wood Mackenzie, el proyecto Radomiro Tomic Sulfuros se ubica en el segundo cuartil de costos una vez que inicie la operación hipógena, mientras que Chuquicamata Subterránea estaría en el primer cuartil de costos una vez que finalice su ramp up.

Esto deja a ambas divisiones del norte de Codelco en una situación de mayor holgura, similar a la del proyecto Nuevo Nivel Mina El Teniente, que una vez que entre en operaciones se ubicará en la parte inferior del primer cuartil al terminar su ramp up.

Pero para otras iniciativas el panorama no es tan claro. “En otros proyectos la información es disímil. Por ejemplo, Quebrada Blanca hipógenos estaría situado en el segmento inferior del tercer cuartil de costos (2014) (Wood Mackenzie, 2013), mientras Escondida tanto en concentrados como en cátodos estaría en el primer cuartil de costos (2014) en 2016 (BHP Billiton, 2014) tras haber iniciado el funcionamiento de la nueva concentradora OGP1”, plantea el informe.

En la industria creen que hay varios puntos que podrían complicar aún más a la industria. Entre ellos, la falta de agua y la eventualidad de que los futuros proyectos se vean obligados a utilizar agua de mar tanto por el déficit como por restricciones en el otorgamiento de futuros derechos de agua o imposiciones legales.

Aún más: en términos técnicos, todos ellos están en una situación deficitaria. “Por otro lado, todas las nuevas plantas concentradoras o sus expansiones requerirían agua desalinizada o de mar, con excepción de Andina, la que tendrá que analizar su disponibilidad de agua fresca. Ello hace imperativo que el costo de la energía sea más competitivo que en la actualidad”, añade el estudio liderado por el profesor Gustavo Lagos.

Aún así, hay varias iniciativas que han quedado rezagadas precisamente por la situación de mercado. Dos de los más relevantes son la gran expansión de Los Pelambres, que consideraba para 2021 una inversión que duplicaría su capacidad, llegando a 860 mil toneladas de cobre fino al año, proyecto del que por ahora no hay novedades. Misma situación para el proyecto Relincho, de cobre-molibdeno, ubicado en la Comuna de Vallenar y de propiedad de Teck, que comenzaría a producir en 2022 con reservas para 14 años de producción a una capacidad de 173 mil toneladas diarias.

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