(Diario Financiero) Como una clara señal a favor del mercado interpretó LarrainVial la llegada de Rodrigo Valdés al ministerio de Hacienda, sumándose al consenso que se ha tendido a instalar en la plaza financiera.
La entidad subrayó especialmente el sesgo «pro-mercado» que ha caracterizado al economista a lo largo de su carrera, tanto en su labor previa en Hacienda y el Banco Central como en su paso por el sector privado.
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En línea con lo expresado por el consenso de los expertos, el departamento de Estudios señaló que los puntos clave de la carrera de Valdés son el conocimiento de las políticas públicas -esencial para la gestión política de la etapa restante del gobierno de Bachelet- y su tiempo en el sector privado, «que será una herramienta útil para evaluar la comprensión de los agentes del mercado sobre las señales enviadas desde el sector público».
«En síntesis, (Valdés) tiene un buen equilibrio para alcanzar acuerdos a nivel político para las medidas económicas -no siempre del agrado de todos en el gobierno-, así como la capacidad de anticipar la forma en que el mercado va a leer las acciones del gobierno», indica el informe realizado por el economista jefe y director de Estudios de LarrainVial, Leonardo Suárez, y el gerente de Estudios de Economía y Renta Fija de la entidad, Felipe Jaque.
Las tareas
Para los economistas, el manejo del estímulo fiscal en el corto plazo y restablecer los canales de comunicación para restituir la confianza empresarial, serán las principales tareas del secretario de Estado. En otras palabras, «poner más énfasis en proporcionar señales al mercado».
«A fin de cuentas, en relación al trabajo de Alberto Arenas, con el nuevo ministro de Hacienda esperamos mayores probabilidades de un gasto público más moderado en la segunda parte de la administración de Bachelet, lo que significa un menor crecimiento de la deuda pública y una mayor adopción de medidas que estimulen la inversión privada», añaden.
Para Suárez y Jaque, la recuperación del crecimiento a un nivel cercano al potencial -entre 3,5% y 4%- dependerá del estímulo proveniente del sector público, pero también de las señales pro-inversión.
«En el mediano y largo plazo, debe haber señales pro-mercado y pro-inversión, porque el estímulo fiscal no será capaz de mantener el dinamismo en el largo plazo sin afectar la salud actual de las cuentas públicas», plantean.
El análisis de LarrainVial pone una nota de cautela al incorporar los factores externos, ya que indican que «son menos favorables para Chile que en el pasado». Añaden que aunque existen problemas evidentes que abrieron la puerta al cambio -como el ambiente de reformas-, se debe señalar que la desaceleración económica tiene un fuerte componente externo a raíz del fin del súper ciclo de las materias primas, «al que el ruido político también ha añadido impacto».