Presidente de la Fesuc: «Salas debería representar un cambio del punto de vista del empresariado»

Feb 13, 2015

Frente a la reforma laboral, dice que la llegada de un minero a la CPC implicaría un mayor consenso, por su trayectoria.

(La Tercera) De cara al debate que se desarrollará en marzo en el Congreso por el proyecto de reforma laboral, el presidente de la Federación de Supervisores de Codelco (Fesuc), Ricardo Calderón, define los aspectos más relevantes desde el punto de vista del sector sindical minero.

[Supervisores se disputan sillón en el directorio de Codelco]

En ese marco, hace un balance de lo que implicará que el actual presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Alberto Salas, arribe a la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), lo que a su juicio podría implicar una modificación en la forma en cómo negocia el empresariado, dada la tradición “conciliadora” de la minería.

El dirigente, que preside la Fesuc desde hace seis años, también se refiere a la disputa que mantienen con la Asociación Gremial Nacional de Supervisores del Cobre (Ansco) por el cupo en el directorio de Codelco.

¿Cómo ven la discusión de la reforma laboral?

Existen aspectos positivos que han sido largamente esperados por el mundo sindical. Por ejemplo, el fin de los reemplazos en huelga, que debería fortalecer la capacidad de negociación de los sindicatos; el piso fijo de negociación, donde hay aspectos que precisar; la ampliación de las materias a negociar; la negociación con duración de tres años y la titularidad sindical.

¿Están de acuerdo con la extensión de beneficios a los no sindicalizados?

El extender los beneficios a los trabajadores no sindicalizados desincentiva la afiliación sindical, por lo que es necesario ser más precisos e indicar que el contratante es el sindicato y que la figura que se da no es la de un manual de beneficios de la empresa.

¿Cómo han vivido este tema dentro de Codelco?

La titularidad sindical ha sido planteada por la OIT y en ese marco la hemos expuesto en las negociaciones. Lamentamos que una empresa del Estado siga siendo cómplice de prácticas antisindicales como esta. La respuesta para no aplicarla es que no es ley.

¿Qué aspectos deben mejorarse en cuanto al hecho de mantener el piso de negociación?

Principalmente el hecho de que dependa de la situación económica de la empresa. Se ha intentado regular el multirut pero todavía las compañías tienen mucha capacidad para que, a través de este concepto, se oculte su verdadera situación financiera, mediante filiales. Eso puede implicar que el avance no tenga efectos en la práctica.

¿Qué aspectos de la reforma le parecen negativos?

El que se mantengan empresas con trabajadores que no tienen derecho a huelga, también el que se tienda a criminalizar a la acción sindical colocando como causal de desafuero actividades que son bastante comunes en el ejercicio de la huelga, como el bloqueo de caminos. Lo otro negativo es que entraría en vigencia 13 meses después de su publicación. Por otro lado, hay aspectos que no están en el proyecto como la negociación por ramas y el despido abusivo por necesidades de la empresa.

¿Qué expectativas tienen frente a la tramitación?

Hay que tener ojo con que no se dilate el debate y tengamos una reforma que empiece a operar el 2018 o 2019. Estos cambios se harán por recomendaciones de órganos internacionales, por lo que debería haber un razonable consenso. Esperaríamos en 2015 tener una reforma aprobada, y que a pesar de los plazos para que se aplique, las empresas, sobre todo mineras, del retail y la banca, la implementen antes de que sea aprobada.

Diálogo

En esta discusión ¿qué esperan de Alberto Salas, como titular de la CPC?

Se ha visto una posición de rechazo de los gremios empresariales ante cualquier tipo de reforma, lo que los muestra como entidades reaccionarias, retrógradas y que se oponen a modernizaciones que no son caprichos de ciertos sectores políticos. La actitud de resistencia, de oposición y de no diálogo debiera cambiar con la asunción de un minero.

¿Por qué?

La minería tiene una tradición de diálogo. Si bien hay bastante conflicto, ha sido un sector en que los trabajadores se han organizado y han logrado acuerdos. Esta mirada debe cambiar y la visión de un minero debiera colaborar en esa dirección. Así, Salas debería representar un cambio en el punto de vista del empresariado hacia una actitud de diálogo. A la minería le interesa más que a otros sectores entrar en procesos de acuerdos con el mundo social, sindical y de las comunidades.

Cambios en el directorio

¿Cómo se origina la disputa con Ansco?

Es una diferencia histórica por la representación de los profesionales y supervisores. Como no existían los sindicatos se dejó a esta organización gremial como representante. En esta instancia se crearon los sindicatos y más tarde la Fesuc, la que siempre ha tenido más representatividad. Representamos a más de 2.500 personas, mientras que Ansco a 1.000 o menos, entre los cuales hay ejecutivos, lo que cuestionamos.

¿Qué opinan frente proyecto para dejar a la Fesuc como único representante?

Lo que hace es modernizar la representación de los supervisores. La iniciativa termina con la discriminación frente a los rol B, ya que los trabajadores determinan en la FTC la quina para el directorio. Esperamos que se apruebe y que se regule la usurpación que existe por parte de Ansco.

¿Es posible llegar a un acuerdo?

El acuerdo pasa porque ellos reconozcan, asuman su condición gremial y acepten que la Fesuc es quien tiene mayor representación. Es una casualidad que ellos estén contemplados en la Ley de Gobierno Corporativo.

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