Elecciones presidenciales en EE.UU.: El rol estratégico y comercial del gigante norteamericano en la economía chilena

Nov 2, 2020

Es el segundo principal socio comercial de Chile, el mayor inversionista extranjero del país y el mayor receptor de exportaciones nacionales no cobre.

(Emol) Una fecha clave vivirá mañana Estados Unidos, día en que se conocerá si es que Donald Trump logrará ser electo para un segundo mandato, o si el candidato demócrata Joe Biden se impondrá como el nuevo Presidente de la principal potencia mundial.

Elecciones que el mundo mirará de cerca, y Chile no será la excepción, dado el fundamental rol estratégico y comercial que juega EE.UU. para la economía nacional, siendo el segundo principal socio comercial del país -después de China- y el mayor inversionista extranjero en Chile. Por ello, ni al Gobierno ni a los mercados locales le es indiferente lo que suceda en las urnas del gigante norteamericano este martes.

Tras años de negociación, en 2003 Chile y Estados Unidos firmaron un Tratado de Libre Comercio (TLC), el cual entró en vigencia el 1 de enero de 2004, lo que significó un hito histórico al menos para Chile, pues derivó en la consolidación y profundización de la estrategia de economía abierta del país, otorgando una mayor competitividad a los productos nacionales e inyectando un mayor dinamismo a las exportaciones.

De ahí en más, las cifras del intercambio comercial entre ambos países de dispararon, considerando que la fecha el 100% del universo arancelario se encuentra desgravado. Si Chile -según datos del Banco Central- exportó US$3.793 millones a Estados Unidos en 2003, en 2019 ese número llegó a US$9.558 millones, destacando productos mineros como el cobre y el litio, celulosa, arándanos, manzanas y salmones. En 16 años el monto de envíos prácticamente se multiplicó por tres, anotando un incremento del 152% y creciendo a una tasa promedio anual de 7,4% (ver gráfico de abajo).

El año pasado el 14% de las exportaciones chilenas tuvieron como destino tierras estadounidenses, solo superado por China, que acumuló el 32% de los envíos nacionales. Sin embargo, si se deja de lado el factor cobre, Estado Unidos se posiciona como el primer receptor de productos chilenos. En 2019 acaparó el 19,3% de los envíos no cobre al mundo, por un monto de US$7.011 millones.

En cuanto a importaciones estadounidenses, los números son aún más explosivos. En 2003 Chile importó US$2.641 millones, y en 2019 la cifra alcanzó los US$12.910 millones. Un aumento de 388,8%, que le ha significado posicionarse como el segundo proveedor de bienes y servicios en Chile. De hecho, desde 2008 que Chile compra más productos del gigante norteamericano que los que vende hacia allá, anotando constantes balanzas comerciales negativas a la fecha. En 2019 el déficit comercial para Chile fue de -US$3.352 millones.

El principal inversionista extranjero

En relación con las inversiones, según expuso a Emol Sandra Guazzotti, presidenta de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham), «Estados Unidos actualmente es el principal inversionista extranjero en Chile, con una inversión directa que supera los US$40 mil millones. Adicionalmente, durante el primer semestre de este año, concentró el 43% del capital ingresado al país, cifra que demuestra el compromiso de las empresas americanas con la reactivación económica de Chile, en un contexto competitivo en cuanto al acceso a capital».

Asimismo, Guazzotti destacó el caso de algunas empresas nacionales con intereses en Estados Unidos que han podido establecerse en ese mercado de manera exitosa, «como es el caso de BCI, Arauco, Quiñenco, Agrosuper, Concha y Toro, CMPC, entre otras».

El balance de la relación comercial

Por ello, la líder de AmCham hizo un balance positivo de la relación entre Estados Unidos y Chile, la cual se «consolidó mediante la firma del TLC entre ambos países. Esta alianza bilateral ha generado múltiples beneficios y externalidades positivas: a los exportadores se les abrió un mercado amplio y promovió inversiones norteamericanas en diversos rubros. Adicionalmente, este acuerdo fomentó la transferencia de tecnologías, conocimiento, educación, capital humanos y procesos que incentivaron el intercambio de productos y servicios de mayor valor agregado». A la vez, recalcó que Chile ocupa «un lugar estratégico» para Estados Unidos, ubicándolo como la «puerta de entrada a otros mercados de la región».

En tanto, Rodrigo Yáñez, subsecretario de Relaciones Económica Internacionales (Subrei) comentó a este mismo medio que Estados Unidos «se ha convertidos no solo en un socio en el comercio, sino que en inversiones también es tremendamente importante. Es nuestro segundo socio comercial, es el primer destino de nuestras exportaciones de servicios no tradicionales, primer destino de exportaciones de alimentos y el primer destino también para la mipymes exportadoras».

«Entonces, es un socio con el que definitivamente hemos podido avanzar decididamente en nuestra diversificación exportadora, pero también al mismo tiempo es nuestro principal inversionista extranjero. Y desde el punto de vista de las importaciones, es nuestra segunda fuente de importaciones», resaltó.

Mientras que Andrés Rebolledo, ex director de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon, actual Subrei), comentó que «la relación comercial entre Chile y Estados Unidos es muy importante. Sigue siendo Estados Unidos nuestro segundo principal mercado de exportación, nuestro principal inversionista en el país y, por lo tanto, la relación económica comercial es fundamental, y en particular en un segmento más diversificado de la oferta exportable del país».

«De hecho ese mercado es de los destinos en donde hay más diversidad de productos que Chile exporta, muchos de ellos incluso con valor agregado en la cadena de los alimentos, por ejemplo. Y últimamente también una relación que se ha ido profundizando en el ámbito de las exportaciones de servicios de Chile a ese mercado, por lo tanto, es un mercado de la primera importancia para nuestro país», agregó.

En ese sentido, Rebolledo destacó el TLC: «En general, ha sido un instrumento que ha beneficiado a los flujos comerciales, quizás en el ámbito de la inversión ha habido menos impacto que en relación a otros países, ha normado la relación comercial en el sentido de que ha generado una institucionalidad que ha permitido ir desarrollando y profundizando los flujos comerciales y resolviendo temas en el ámbito no solo arancelario, sino que no arancelario, sanitario, normas técnicas, etc», dijo.

Los desafíos

Por otro lado, Yáñez, el subsecretario, se refirió a los desafíos para las relaciones entre ambos países, sobre todo dado el complejo contexto económico producto de la pandemia, comentando que «desde el punto de vista tecnológico, un poco lo que venimos trabajando es justamente la profundización de la economía digital, sobre todo por el factor pyme que tiene el comercio de Estados Unidos y de servicios, en cómo pavimentar mejor ese camino y potenciarlo aún más».

O sea, «si es un mercado que hoy día es el principal destino de nuestras exportaciones no cobre, evidentemente que tenemos que potenciarlo con las herramientas para ese comercio de nueva generación. Ahí tenemos que definitivamente hablar de economía digital con Estados Unidos, pero también desde un punto de vista de integración de las cadenas de valor de Chile en las que participa Estados Unidos», añadió.

En esa línea, Guazzotti, de la AmCham, sostuvo que «actualmente el mundo se enfrenta a nuevos retos. La pandemia, los movimientos sociales, y la transformación tecnológica generan enormes desafíos para los países y las generaciones que vienen. Pero a la vez, abre una ventana de oportunidades que debemos aprovechar para profundizar nuestra relación comercial».

En este contexto, continuó, «el acuerdo comercial entre Chile y Estados Unidos es un documento dinámico y vivo, porque fue elaborado en base a un entendimiento de futuro, con miras a seguir fortaleciendo nuestra relación bilateral, donde todavía hay más por lograr, particularmente en el fomento de las inversiones, transferencias tecnológicas y el emprendimiento».

Elecciones relevantes para Chile

Heraldo Muñoz, ex ministro de Relaciones Exteriores, habló sobre la relevancia del resultado de las elecciones entre Trump y Biden para Chile, y señaló que «la elección de EE.UU. definirá el rumbo de la cooperación y el multilateralismo. Trump favorece el proteccionismo y su idea de ‘América primero’ es contraria a la apertura y respeto a las reglas del derecho internacional que a Chile le convienen».

Además, expuso que «si Trump es reelegido las tensiones con China se incrementarán y la distancia con los aliados tradicionales se mantendrá o aumentará. A Trump no le interesa América Latina, así que se mantendrá el actual estado de cosas. Chile no es un socio significativo para EE.UU. bajo Trump, y es mejor que no lo sea. Con Biden vendría un cambio importante en la política exterior, hacia un mayor liderazgo de EE.UU.».

Según Rebolledo, para Chile es fundamental que quien sea electo cumpla «las normas globales del comercio internacional». En ese sentido, indicó que «si el Presidente Trump se reelige probablemente va a persistir una desconsideración de estas normas, donde rige la ley del más fuerte, y a Chile, en ese sentido, le afecta negativamente».

«Por lo tanto, el hecho de que pueda finalmente ganar Biden da una esperanza respecto a que en el ámbito multilateral comercial se respeten las normas», lo que es «absolutamente» beneficioso, ya que «un país de desarrollo intermedio como el nuestro requiere de reglas del juego globales claras en materia comercial. Por eso que es muy determinante lo que pueda suceder en las elecciones la próxima semana en Estados Unidos».0

En tanto. Yáñez apunto que «por lo que uno ha podido ver», tanto Biden como Trump tienen una aproximación al comercio «en el sentido de favorecer producción norteamericana».

De todas formas, destacó que «el comercio con Estados Unidos y la relación económica con Estados Unidos ha andado bien».

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