Dos hipótesis para los commodities

Sep 6, 2011

Claudio Gonzalez

Los commodities han sido activos y han mostrado una de las dinámicas más positivas desde la segunda parte de 2010, cuando se anunciara el Quantitative Easing 2 (el programa de relajamiento cuantitativo QE2 impulsado por la Reserva Federal).

Hoy los precios se encuentran más de 25% sobre lo que fueron en el momento en que se anunció el QE2. Sin embargo, el panorama mundial ha cambiado sustancialmente, tanto como para dejar de ser optimistas respecto de que esta tendencia continúe en el futuro cercano. Luego de la solución parcial al límite de deuda Estados Unidos se evidenció una fuerte rebaja en su perspectiva de crecimiento, al tiempo que se acrecentaron los temores sobre la inestabilidad financiera y fiscal de Europa, ahora de países tan grandes como Italia y España, y de la debilidad de crecimiento de Japón.

En general, sabemos que en el largo plazo (probablemente varios años) los precios deberían reflejar los costos de producción de las materias primas y de sus potenciales sustitutos. No obstante, en el corto plazo los precios pueden cambiar radicalmente, dependiendo de la diferencia entre las curvas de oferta y demanda, dado que éstas presentan hoy pendientes muy inclinadas –con mucha claridad para el petróleo, por ejemplo–, por lo cual cambios pequeños en cualquiera de ambas genera grandes cambios en precios.

¿Qué ha pasado y qué pasará con los precios de commodities? Hay dos posibles explicaciones para el alza que hemos observado en estos precios desde 2010 y que sirven para pronosticar el comportamiento futuro. La primera apunta a que el crecimiento en la producción industrial global mantuvo la demanda sobre las tendencias de largo plazo, a lo que se suman factores de restricciones de oferta respecto de sus niveles de largo plazo, como pasa con el petróleo por la crisis de algunos países de Medio Oriente. La segunda es que la gran expansión de liquidez del QE2 generó una demanda por activos riesgosos. Esto no necesariamente debería generar un alza en los precios de commodities, dado que los inversionistas financieros raramente demandan los activos físicos y sólo realizan transacciones derivadas que se compensan a los vencimientos.

Pero, lo que ha ocurrido es que el alza en los precios futuros de los productos ha generado cambios en los precios spot tal que se mantenga el llamado “riesgo de base” entre las transacciones spot y forward en un rango que se denomina de no-arbitraje, que nadie pueda hacerse rico comprando el activo spot y vendiéndolo en los mercados derivados sin ningún riesgo ni necesidad de invertir dinero en ello.

Entonces, el aumento de precios a futuro parece haber incentivado a los inversionistas financieros a mantener commodities físicos, dado que piensan que estarán con precios más altos en el futuro.

De ambas hipótesis, me parece que la segunda explica mejor los últimos meses. Pero, dado el panorama de 2011 y lo que esperamos sea 2012, los inversionistas dejarán de presionar los activos en los mercados a futuro, generando una ola de venta que reduciría adicionalmente los precios. Es decir, desde ahora en adelante, al menos con la información que hoy contamos de actividad mundial, creo que la primera hipótesis comenzará a dominar el panorama.

Claudio Gonzalez es jefe del departamento de estudios de Tanner.

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