(Diario Financiero) Un fuerte respaldo recibió Mina Invierno, yacimiento ubicado en la Región de Magallanes, por parte de Empresas Copec y Ultramar.
Según informó la compañía ligada a la familia Angelini en sus resultados del cierre de 2016, el año pasado se realizó una completa reorganización financiera al interior de la empresa, dejándola en una mejor posición.
Este proceso tuvo dos pasos. Primero, se celebraron contratos con los bancos Itaú-Corpbanca y BCI, donde se hizo el traspaso de las obligaciones del 50% de la deuda remanente de Mina Invierno hacia su matriz indirecta Minera Camino Nevado, a través de la cual Copec participa en la sociedad.
Según se informó, la deuda de la que se hizo cargo la firma del grupo Angelini es cercana a US$ 142 millones y será amortizable en 10 cuotas semestrales.
El grupo Ultramar ligado a los Von Appen se habría hecho del otro 50% de la deuda, con lo que Mina Invierno quedó libre de acreencias con los bancos que la habían financiado.
El segundo paso de esta reorganización está dado porque la carbonífera concretó un aumento de capital durante 2016. El aporte no fue realizado con recursos frescos, sino que se contabilizó el pago de la deuda que hicieron sus accionistas.
De esta manera, el yacimiento logró desprenderse de las deudas que mantenía con un sindicato de bancos, las cuales se arrastraban desde la construcción de la faena.
LOS OBSTÁCULOS
Este movimiento, junto a otros ajustes operativos que ya se habían realizado en la compañía, buscarían darle viabilidad al proyecto que comenzó a operar justo en un momento en que el precio del carbón comenzó a bajar.
Esto llevó a la compañía a enfrentar varios desafíos. Por ejemplo, a inicios de 2016 los accionistas debieron realizar un castigo al activo, el que alcanzó a US$ 290 millones y que también obligó a realizar un primer aumento de capital.
Para adaptarse a la realidad del mercado, Mina Invierno debió tomar medidas drásticas. Principalmente se abocó a buscar la manera de ser más eficiente, elevando la productividad y bajando los costos de operación. Esto incluyó medidas como el despido de 50 de sus trabajadores -de un total de 530-, número que fue mayor si se considera a contratistas. También se ajustó el nivel de producción -en 2016 totalizó 2.442 mil toneladas, informó Copec-, y se revisaron y renegociaron contratos con proveedores, entre otras acciones.
Durante este tiempo, el valor del carbón llegó a estar en el orden de US$40 por tonelada, lo que también obligó a los máximos productores mundiales a tomar medidas para enfrentar la sobreoferta y que posteriormente se tradujo en una recuperación de los precios, llegando a valores de US$ 80 o incluso
US$ 90 la tonelada en el último trimestre del 2016.
Según informó la empresa, a comienzos del 2017 los precios se han estabilizado en un nuevo rango de US$70 a US$80 por tonelada, mismos valores que se proyectan para el resto del año.
“Como resultado de las acciones implementadas, la compañía logró hacer frente a precios históricamente bajos en la primera mitad de 2016 y aprovechar la recuperación de precios observada en el segundo semestre del año, consiguiendo cerrar el ejercicio 2016, con una mejora sustancial respecto del resultado negativo obtenido en 2015”, dijo Copec en su reporte.
Dentro de los cambios, uno de los temas que está pendiente es introducir el uso de tronaduras a su modelo de operación, lo que ayudaría a reducir más los costos de operación.
TRONADURAS: PODRÍA AFECTARSE PROGRAMA PRODUCTIVO
Uno de los principales esfuerzos de Mina Invierno por maximizar la productividad y bajar los costos de operación, era desarrollar un sistema de extracción a partir de tronaduras, proceso para el que incluso fueron autorizados por las autoridades ambientales y que tenía previsto comenzar en abril.
Sin embargo, la semana pasada la Corte Suprema acogió un recurso de protección mediante el cual se dejó sin efecto la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), argumentando que era necesario realizar un proceso de participación ciudadana.
Ante esta situación, desde la empresa confirmaron que “se podría afectar el cumplimiento del programa productivo para este año, dependiendo su incidencia del tiempo que tome obtener una nueva RCA que permita la incorporación de tronaduras a la operación”.
Del mismo modo, según trascendió, ya se habrían cancelado los contratos con la empresa encargada de realizar estos procesos de extracción, al no existir claridad de cuando se podrán retomar. Asimismo, se fijó una reunión con los trabajadores de la empresa para mañana jueves, en la que estos últimos exigirán el reajuste en las metas de producción de este año, ya que sin las tronaduras los niveles bajarían considerablemente.