(El Mercurio) La economía de Estados Unidos creció 4,6% en el segundo trimestre de 2014 respecto del trimestre anterior, en lo que significa su ritmo más fuerte en dos años y medio, con todos los sectores de la economía contribuyendo en este avance.
Esto marca una señal positiva para lo que resta del año y alienta aún más la teoría de que la Reserva Federal tiene margen para subir sus tasas de interés en 2015, dicen los analistas.
Los datos emitidos por el Departamento de Comercio superaron las proyecciones preliminares, que estimaban un crecimiento de 4,2%, luego de que la economía de Estados Unidos se contrajera 2,1% en el primer trimestre, producto de la dureza del invierno pasado.
Las cifras que marcan la nueva consolidación de EE.UU. se explican principalmente por un importante incremento de la inversión de las empresas, sobre todo en infraestructuras de producción. Mientras que las exportaciones también contribuyeron al positivo resultado.
Luego de conocidas las cifras del PIB, la Casa Blanca celebró las buenas noticias. «La revisión de hoy (viernes) confirma que el crecimiento económico en el segundo trimestre fue importante, y otros datos recientes sugieren que este comportamiento continuó en los meses que siguieron», afirmó Jason Furman, principal asesor económico del Presidente Barack Obama.
El fuerte crecimiento del segundo trimestre asegura una base firme para la economía en el tercer trimestre. Hasta ahora, datos de manufacturas, comercio y vivienda sugieren que buena parte del impulso se prolongó al tercer trimestre.
El economista financiero jefe en MUFG Union Bank, Chris Rupckey, dijo a Reuters que «el dato aumentó la confianza de que un fuerte crecimiento es alcanzable para el segundo semestre del año».
Por otro lado, Brittany Baumann, economista del Credit Agricole en Nueva York, sostuvo que «el gasto del consumidor se verá beneficiado del fortalecimiento en las condiciones de trabajo y la mejora de las condiciones financieras del país».
Otro dato positivo que se dio a conocer ayer remite a la confianza del consumidor, que culminó septiembre en su nivel más alto en más de un año, al crecer el optimismo en torno a la economía y mostrar un panorama más favorable sobre los futuros ingresos.