(La Segunda) ¿Deben incorporarse a registros públicos los regalos de cumpleaños o de navidad que reciben los parlamentarios? ¿También las conversaciones ocasionales en eventos sociales? ¿Se debe prohibir a lobbistas en los espacios libres del Congreso?
Estas y otras interrogantes deberán ser despejadas en los reglamentos que regularán las acciones de lobby en el Congreso conforme al nuevo marco legal que normará esta actividad. Tras abrir un período de consulta ciudadana para que personas o entidades interesadas plantearan sus observaciones a un borrador, se espera que en las próximas semanas las comisiones de ética y transparencia de ambas ramas terminen de definir el reglamento para someterlo a las respectivas salas y que quede listo para su aplicación.
Según un cálculo conservador (que considera a sólo un asesor por parlamentario), un piso de 320 personas estarían sujetas a esta ley. Y es que la normativa dispone que en el Congreso son sujetos pasivos de lobby «diputados, senadores, el secretario general y el prosecretario de la Cámara, el secretario general y el prosecretario tesorero del Senado, y los asesores legislativos» de los parlamentarios.