CNE acortará plazos para nuevas licitaciones y saldrá a ofrecer menos energía

Nov 5, 2018

El secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía afirma que, probablemente, también recortarán la millonaria inversión para una nueva megalínea, que desató una disputa con la minería. Jéssica Esturillo O.

(El Mercurio) Aunque lleva poco más de dos meses a la cabeza de la Comisión Nacional de Energía (CNE), José Venegas dice conocer a fondo a esta entidad. Con tres décadas de trayectoria como ejecutivo de empresas de generación, transmisión y distribución eléctrica, tuvo a este organismo como contraparte, y después, ya como consultor, incluso le prestó asesoría técnica para la regulación del mercado del gas natural licuado.

«Me he llevado una buena impresión. Hay mucha gente joven, muy motivada y capaz. Además, hay distribución de género bastante pareja, que sorprende viendo la realidad de este sector en general», asegura en su primera entrevista como titular de este organismo, que para muchos es el «brazo armado» del Ministerio de Energía.

Este ingeniero habla de los énfasis de su gestión y de los cambios que está impulsando para que la entidad pueda adaptarse a la evolución radical del sector eléctrico. Y adelanta lo que serán los próximos pasos de la CNE: una nueva licitación de suministro para clientes regulados -para la cual preparan varios cambios-, y un ajuste en la definición de nuevas inversiones de transmisión, con la idea de evitar repetir el conflicto que rodeó al proceso anterior, debido a la inclusión de una megalínea eléctrica en el norte -desde Atacama a la Región Metropolitana-, por US$ 1.800 millones y con tecnología similar a la que impulsaba HidroAysén.

-¿Las reformas legales afectaron los procesos y cálculos tarifarios que le corresponden a la CNE?

«La Ley de Transmisión le entregó varias atribuciones nuevas a la CNE, sobre todo en lo referido al transporte de energía y algún rol adicional en la relación y fiscalización del Coordinador Eléctrico Nacional. Esto implicó asumir procesos que son eminentemente de cálculo y que hasta ahora tienen solo una versión. Estos procesos requieren una base metodológica y de ingeniería que hay que crear, porque los reglamentos y resoluciones no son muy específicos, y los problemas que hubo en la primera versión -por ejemplo, con la planificación de la expansión de la capacidad de transmisión-, nos sugieren que tenemos que mejorarlos, hacerlos más claros y transparentes. Esperamos que en las próximas versiones todo salga mejor, más rápido y con mayor precisión».

-Eso es fundamental, considerando que ahora los clientes regulados tienen que pagar el 100% de esas inversiones.

«Claro, procesos como la planificación de la expansión de la capacidad de transmisión son muy complejos porque, en muchos casos, terminan en obras de alto valor, que se traspasan a las tarifas de todos los clientes. Eso no es algo sencillo ni está exento de controversias, porque, además, hay que definir con un horizonte de veinte años en un sistema que, por esencia, está en cambio».

-¿Cómo toman el cambio del sector eléctrico?

«La evolución ha sido radical en los últimos cuatro a cinco años. Pasamos de una lógica de producción-transmisión-consumo, donde la mayor preocupación era si la energía nos iba a alcanzar o si los proyectos de generación y transmisión llegarían a tiempo, a un escenario donde, debido al cambio tecnológico, el consumidor está al centro, ya que puede producir su propia energía, almacenarla y vendérsela al sistema. Esto demanda un cambio en la forma de entender el sistema».

-¿Están trabajando en una nueva licitación de suministro?

«Sacamos hace poco el informe de licitaciones, con una proyección de demanda un poco más alta y vimos que hacia 2025 podrían necesitarse del orden de 4.700 GWh, por lo que podríamos impulsar una licitación con presentación de ofertas hacia fines de 2019, pero ofertando entre 3.000 y 4.000 GWh, que es menor a lo que se había estimado preliminarmente. Esto precaviendo que la menor demanda observada hasta ahora ha producido algunas holguras en la oferta que estará disponible».

-¿Van a priorizar alguna tecnología?

«Siempre estamos mirando las bases y evaluamos cambios a las garantías que se piden o acortar los plazos con que se llama a licitación porque hay procesos anteriores que se hicieron con mucha anticipación. Lo que no vemos es la necesidad de orientar la subasta hacia una determinada tecnología, como el gas natural, porque se corre el riesgo de equivocarse. Es mejor dejar que estas cosas se desencadenen en forma natural».

-¿Van a insistir con la megalínea de US$ 1.800 millones en el norte que los enfrentó a las mineras?

«Estamos trabajando intensamente en ese plan. Está fuera de discusión que se necesita una línea nueva para traer a la zona central toda la energía solar del norte; no es una locura lo que proponemos».

«Analizaremos todos los escenarios y todas las alternativas y a mediados de noviembre tendremos la propuesta preliminar, donde uno de los focos es esta línea de corriente continua. No podría decir que seguiremos la propuesta del Coordinador, que en enero insistió en la línea de US$ 1.800 millones. Probablemente, será una opción más económica y sin duda la propuesta total de obras no superará los US$ 3.000 millones».

A mediados de noviembre tendremos el plan preliminar de expansión de la transmisión y no podría decir que seguiremos la propuesta del Coordinador».

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