(Pulso) Un gran paso es el que evalúa el mayor grupo constructor peruano en Chile. Graña y Montero, ligada a las familias de dichos apellidos, se encuentra analizando la agenda de concesiones anunciada el año pasado por la Presidenta Michelle Bachelet para su ingreso en dicho mercado.
La compañía -que es una de las 10 empresas latinoamericanas de mayores ventas- se encuentra presente desde 2005 en el país tanto con proyectos en minería como energía. Por un lado, mantiene, a través de sus filial Vial y Vives-DSD Construcciones y Montajes, contratos con Antofagasta Minerals, Codelco y CMPC. Adicionalmente, tiempo atrás adquirió el 100% de la Compañía Americana de Multiservicios a Enersis.
“Estamos analizando ingresar al negocio de las concesiones. Hemos visto varias de las iniciativas que planea impulsar el gobierno chileno. No obstante, hasta el momento no hemos visto un gran avance en ellas, pero estamos confiados en que serán impulsadas”, indica un alta fuente de la compañía del país vecino.
Según señalan, la caída en la cantidad de proyectos en minería y energía, donde la empresa tiene una amplia trayectoria, estaría haciendo que la opción de desarrollar infraestructura suene aún más interesante.
A nivel global, durante el primer trimestre de este año un 57% de las inversiones de la compañía se ejecutaron en el área de infraestructura y sólo un 27% en construcción e ingeniería.
Según José Graña, presidente de la compañía, el objetivo de la empresa es convertirse en un “referente regional en el área de construcción e infraestructura, especialmente en Perú, Chile y Colombia”. Por eso mismo, tal como indica en la Memoria 2014, se definió una estrategia cuyo paso principal fue realizar en 2013 un aumento de capital y listar a la empresa en la Bolsa de Nueva York.
“En el 2014, la facturación en el exterior alcanzó los US$487 millones y, por otro lado, el 47,6% del Ebitda del grupo provino de contratos estables o de concesiones, avanzando en las estrategias de diversificación geográfica y generación de flujos estables instituidas hace más de una década”, indicó el presidente.
En Perú, Graña y Montero es una de las principales empresas concesionarias, con iniciativas viales; de transporte; energía, agua y saneamiento; y petróleo y gas. Adicionalmente, en el último tiempo la firma ha tomado una determinación: no sólo construir, sino que también operar. Este es mismo modelo que esperan replicar en Chile. “La idea es construir y operar. Siempre se está dispuesto a integrar consorcios. No obstante, para la compañía lo principal es que las concesiones se conviertan en un área que genere ingresos constantes. Esto mismo es lo que se busca con las concesiones en Perú”, explica un conocedor de los planes de la empresa cuyos ingresos proviene principalmente de construcción e ingeniería.