(El Mercurio) El Gobierno no quiere mayores sorpresas y los diputados de la Nueva Mayoría quieren cumplir su compromiso de tener despachado el proyecto de reforma tributaria antes del 21 de mayo. Por ello, la mesa de la Cámara de Diputados encabezada por Aldo Cornejo (DC) está en coordinación con el Ministerio de Hacienda y La Moneda para guiar la discusión y votación de la iniciativa durante la próxima semana.
«Lo más probable es que el próximomartes haya una lata discusión sobre el proyecto y terminemos la jornada votando en general; para partir al otro día la discusión en particular», indicó Cornejo.
Aunque falta determinar cuánto tiempo tendrá cada bancada para distribuir entre sus parlamentarios y pronunciarse en el hemiciclo; está definido el camino para que la votación transcurra sin altibajos.
De partida, el Ejecutivo calificará el articulado con «suma urgencia», lo cual no sólo implica que hay un plazo acotado para despacharlo -en este caso de quince días-; sino que implica que no se pueden presentar indicaciones que no hayan sido previamente votadas en la comisión de Hacienda.
En esta comisión se analizaron muy pocas indicaciones de los parlamentarios, ya que la mayoría fueron declaradas inadmisibles, pues las materias tributarias son exclusivas del Ejecutivo.
Es decir, con esta urgencia se cierra la puerta a cualquier nueva idea y al debate de votar «admisibilidades» de temas.
Por el lado de la Cámara se regulará la posibilidad de «dividir» el proyecto como intentan algunos sectores. De hecho, la bancada socialista había anticipado que pediría la separación para rechazar la reducción del impuesto a los alcoholes.
«Se puede pedir, pero no va a prosperar porque hay precedentes. Hay que votar el artículo en su conjunto, porque si aceptamos votación separada, en términos teóricos podría ser que se atentara contra la sistematicidad o integralidad financiera del Estado», acotó el presidente Aldo Cornejo.
Precisó que si algún parlamentario pide fragmentar el articulado, colocará en votación el criterio de la mesa para impedir la misma petición en cada numeral. Cornejo recuerda que durante la presidencia de Patricio Melero (UDI) se realizó un pronunciamiento similar.
«Si se acepta la división, podría suceder que un impuesto que viene subiendo, lo rechacen, y uno que viene bajando, lo aprueben. La reforma es un todo sistémico, no se puede estar votando una cosa separada de la otra, porque puede quedar una embarrada», explicó.
El titular de la mesa observó que si se pide dividir la votación el proyecto se dilataría mucho, «sería una locura». Cornejo espera que el proyecto se despache el miércoles 14, tras dos días de discusión o a más tardar el jueves 15.