(El Mercurio) La llegada de Rafael Guilisasti a la presidencia de las sociedades Cascada, a través de las cuales Julio Ponce ejerce el control de SQM, ha generado revuelo no solo en el Gobierno, sino que también en el mundo empresarial, en su calidad de ex presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y ex vicepresidente de la Sofofa.
En la esfera pública, su decisión fue cuestionada por el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, quien la calificó como «imprudente e impresentable», dado que hasta inicios de septiembre Guilisasti era consejero de Corfo, que tiene una demanda arbitral contra SQM por la explotación del Salar de Atacama.
En la esfera privada, los comentarios han sido más cuidadosos, como lo reflejó ayer el propio presidente de la CPC, Alberto Salas. «Es una decisión que le corresponde a él. No me corresponde opinar. Es personal», afirmó Salas.
Desde la CPC informaron que Guilisasti sigue como presidente de su Comisión de Productividad. Aseguraron que este tema no ha sido foco de análisis en las instancias del gremio. Aparte de liderar este comité, Guilisasti también integra la Comisión de Productividad del propio Gobierno.