(Pulso) La versión de que la marcada desaceleración en Chile no obedece sólo a factores locales, tuvo un respaldo en las cifras conocidas ayer desde Perú. Es que la economía de ese país creció en julio un 1,16% interanual, lo que arroja un promedio de 0,73% en los dos últimos meses. En nuestro país, en cambio, ese valor es de 1%.
De hecho, el ajuste fue más fuerte en la actividad peruana, puesto que en febrero y marzo ese país avanzaba sobre 5%. En todo caso, en lo que va del año acumula un avance promedio de 3%, mientras que Chile cerca de 2%.
Más allá de esta comparación, el dato de julio en Perú fue como un balde de agua fría, pues estuvo menos de lo estimado por el mercado aunque por encima de la expansión del mes previo, por una persistente debilidad de los sectores clave de minería y manufactura. Analistas encuestados por Reuters habían anticipado una expansión económica del 1,95%.
“Se observa un punto de inflexión, el nivel más bajo (de crecimiento económico) en junio. El comportamiento de la manufactura y minería en julio se debe a un contexto internacional desfavorable”, dijo a periodistas Alejandro Vilchez, jefe del ente estadístico de Perú.
El rubro de la minería e hidrocarburos cayó un 1,61% interanual en julio, mientras que el de la manufactura se contrajo un 5,72%, precisó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Ambos sectores fueron afectados por una menor producción de metales preciosos, agregó. Perú es el tercer productor mundial de plata y el quinto de oro. La economía local se ha desacelerado en medio de una menor demanda de grandes consumidores de minerales como China. Además, el crecimiento ha sido golpeado por una ralentización de las inversiones. Entre otros sectores de producción, la construcción -un gran generador de empleos que había apoyado el crecimiento con tasas de dos dígitos- también tuvo un flojo desempeño en julio, al caer un 6,02% por menores inversiones. El comercio, en tanto, avanzó un 4,21% interanual en julio, agregó.
El domingo, el presidente Ollanta Humala ungió al economista Alonso Segura como nuevo ministro de la cartera clave de economía en reemplazo del influyente Luis Castilla. Segura, quien era asesor ministerial y trabajó como jefe económico del mayor banco del país, tiene el reto de concretar las medidas de reactivación puestas en marcha por su antecesor para que el país retome las tasas de crecimiento en torno al 6% de la década pasada. Analistas creen que Segura mantendrá las mismas políticas económicas ortodoxas de Castilla.