Nueva Renca: la historia de la central que se convirtió en el respaldo del sistema eléctrico

Feb 15, 2011

En Gener saben que en la coyuntura energética esta unidad será muy requerida por el sistema y dicen estar en la mejor condición operativa para responder bien a esta necesidad.

(El Mercurio) Lleva más de 13 años operando en pleno centro de la capital y ahora, en medio de la crisis eléctrica, es la central que jugará un rol clave para sustentar la continuidad de suministro del Sistema Interconectado Central (SIC), el más importante del país.

Se trata de Nueva Renca que, con 370 MW de capacidad, inició sus operaciones en 1998, tras la llegada del gas natural argentino. En Gener, su controladora, comentan que fue la primera unidad de ciclo combinado que se instaló en Chile.

«Sabemos que Nueva Renca tendrá un rol fundamental para sortear esta crisis puntual. Al igual que todo nuestro parque, esta central tiene un alto nivel de disponibilidad y estamos preparados para que opere el 100% del tiempo hasta que lleguen las lluvias», asegura Javier Giorgio, gerente de explotación de la generadora.

El ejecutivo explica que la compañía se inclinó por esta céntrica ubicación -donde desde 1962 opera la central Renca, que primero usó carbón y luego fue adaptada al diésel- porque al estar cerca de la demanda evita las pérdidas de energía que se producen por la transmisión.

Claro que esta decisión ha tenido costos para la empresa, ya que el complejo es blanco de quejas por la contaminación atmosférica que provocaría su operación. Es más, la central Renca, que hoy sólo opera como respaldo en momentos específicos, que no superan el 10% del año, ha sido calificada como «la más contaminante del país».

Al respecto Giorgio asegura que Gener, a través de Eléctrica Santiago (ESSA), la filial que opera estos activos, han invertido para adaptar las emisiones a una zona saturada como es la Región Metropolitana.

En esa línea asegura que en 2009 fue la primera eléctrica que incorporó a la caldera de Nueva Renca un equipo para capturar emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). Según lo declarado a la Conama, este proyecto costó US$ 8 millones y, precisa Giorgio, permitió que se les autorizara el uso permanente de diésel. Antes, este combustible sólo se usaba en emergencia como sustituto del gas.

Previamente, adaptaron el sistema de quemadores de la central para extender su operación con diésel. A ello -dice- se suman mejoras en Renca para bajar las emisiones de material particulado por debajo del nivel fijado en la norma ambiental.

«Nueva Renca no necesita instalar equipos adicionales para cumplir los niveles anunciados en la norma de emisión para termoeléctricas en los tres parámetros regulados, tanto para gas como para diésel. En Renca esta norma no rige, porque es una unidad de respaldo», comenta Giorgio.

Preparados en la crisis
Ahora que Nueva Renca y Renca, en menor medida, son las únicas que pueden abastecer en forma directa a la Región Metropolitana, por el déficit de transmisión y el agotamiento del embalse Rapel producto de la sequía, en Gener aseguran que están preparados para este escenario.
Giorgio señala que, a diferencia de otras unidades de ciclo combinado que fueron adaptadas para usar diésel, Nueva Renca es dual de fábrica, lo que supondría un menor desgaste, aunque advierte que las mantenciones son imprescindibles.

El ejecutivo agrega que, previendo la estrechez actual del SIC, llevaron adelante una reestructuración operativa en ESSA, que los tendría funcionando con un alto estándar tecnológico, especialmente ahora que reciben gas natural.

Aunque Giorgio declinó entregar detalles del acuerdo de abastecimiento de gas natural licuado (GNL) que tienen con Metrogas, trascendió que este regiría hasta mediados de abril.

Fuente / El Mercurio

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