Según se señala en el artículo 21 del Código de Minería “a solicitud del Servicio (Sernageomin), toda persona que realice trabajos de exploración geológica básica deberá proporcionarle la información de carácter general que al respecto obtenga”. Esta disposición apunta a enriquecer el acervo de información geológica del país, aspecto que es clave para el desarrollo de la actividad minera y en particular de su fase más sujeta a riesgos e incertidumbres: la exploración.
No obstante, esto ha sido en muchos casos letra muerta.
“Efectivamente existe desde 1983, en el código actual de minería, que las compañías deben traspasar la geología básica a este organismo, cosa que no se ha hecho por varios motivos”, señala Luis Ignacio Silva, ex subdirector Nacional de Geología del Sernageomin durante la administración del Presidente Sebastián Piñera.
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A juicio del geólogo esto ocurre porque “no hay castigo, no existe multa. La empresa dice: ¿Si no la mando qué pasa? No pasa nada”, comenta a MINERÍA CHILENA.
Bajo su análisis, la gravedad de este hecho radica en que “la información generada en exploración es enorme, muy valiosa, de cientos de millones de dólares, y muchas veces se pierde porque las compañías se van (y no la comparten con el Servicio). Eso me consta, porque he trabajado con empresas junior y no saben qué hacer con ella, con los informes o testigos. En otros países estos últimos se tienen que entregar a los servicios geológicos, quienes los guardan; tienen bibliotecas con información de sondajes y de análisis químicos o muestreos”, agrega.
Consultado sobre este tema, Omar Cortés, geólogo y magister en Geología Económica de la Universidad Católica del Norte, añade que “la deficiencia modular de este proceso radica en que no existe claridad respecto al tipo de información y la metodología en que esta debe ser proporcionada, ni cuál es el objetivo planteado para ello”.
Para el experto, el Sernageomin debiera recibir planos geológicos de superficie a escala de detalle, con información de litología, zonas principales de alteración, sistemas de mineralización económica relevante y sistemas estructurales identificados. “Adicionalmente, toda información obtenida de análisis geoquímico y geofísico georreferenciado debería ser incluida para incrementar el conocimiento geológico general del país y poder elaborar planes de desarrollo que tengan sustento científico más acotado”.