(Pulso) Puntuales, a eso del mediodía, llegaron ayer a La Moneda los representantes de las 6 ramas que componen la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), junto a su presidente y gerente general, para reunirse con la Presidenta Michelle Bachelet y los ministros de Hacienda, Alberto Arenas, y de Trabajo, Javiera Blanco, en un encuentro que tenía carácter de “protocolar”.
Sin embargo, en la cita que se extendió por cerca de una hora, la reforma tributaria fue el principal tema que se abordó. En ella, el presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, le expresó a la Presidenta y a los ministros la preocupación por el poco tiempo de discusión que ha tenido la iniciativa tributaria en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
“La realidad es que este proyecto está en la Cámara de Diputados, y vemos que ahí no queda mucho (plazos). Confiamos en que en el Senado podamos hacer ver todos nuestros puntos de vista, porque vamos a haber contado con el tiempo para estudiar a fondo esta reforma y por tanto tener propuestas serias, técnico profesional, que es lo que corresponde”, dijo Santa Cruz a la salida del encuentro.
Pese a que sólo recién el miércoles se fijó esta reunión, la CPC llegó preparada, ya que ese mismo día, en la cita que se desarrolló en las oficinas de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y que reunió a todas las ramas del gremio empresarial con sus asesores técnicos, definieron la postura y estrategia que desplegarán para lo que queda de discusión de la reforma tributaria en el Congreso.
En ese contexto y tras escuchar la evaluación técnica realizada por el ex director del SII, Ricardo Escobar -quien fue convocado por el gremio empresarial para analizar la reforma junto a un grupo de 5 expertos- los presidentes de las ramas decidieron que cada una de éstas, paralelo al trabajo que está realizando Escobar, harán sus propios diagnósticos y propuestas sectoriales.
En este sentido, definieron que se tomarán un tiempo prudente para realizar estos informes, que también serán entregados a la autoridad, ya que dieron por perdida la posibilidad de retomar el diálogo en la Cámara de Diputados, luego que el presidente de la comisión de Hacienda, el diputado DC Pablo Lorenzini, descartara una nueva sesión para escuchar a las ramas de la CPC.
Según fuentes ligadas a la multigremial, existe un descontento generalizado respecto al trato que la Cámara de Diputados, en especial los parlamentarios de La Nueva Mayoría, le han dado al empresariado.
Esta falta de espacios para el diálogo, dice esta misma fuente, hicieron determinar que el objetivo ahora será el Senado, donde buscarán, en primera instancia, ser escuchados por los senadores oficialistas, ya que es este sector “el más escuchado por el gobierno”. De todas formas, no descartaron reunirse con parlamentarios de la oposición para aunar fuerzas y sacar adelante “una reforma seria y de calidad”, dicen.
Dentro del análisis que incorporarán los gremios a sus diagnósticos y propuestas, está la evaluación técnica hecha por Escobar (director del SII en el primer periodo de Bachelet), la cual detectó “inconsistencias” y “errores” en la reforma tributaria.
Un ejemplo de ello, según habría explicado Escobar en el encuentro, es el aumento a los impuestos de bebidas alcohólicas, en especial el caso de los vinos, ya que este gravamen resultaría ser superior al promedio que tienen los países de la OCDE, lo que no sería acorde al discurso de las autoridades sobre adoptar niveles internacionales y proteger la competitividad del país.
Pese a todo esto, hay algunos gremios de la CPC que todavían ven espacios para mantener contactos con la autoridad, con la idea de poder influir en hacer precisiones y alcances al articulado del proyecto antes de que salga de la comisión de hacienda de la Cámara de Diputados, con la idea de ir pavimentando el camino hacia el Senado.
El plan de Hacienda.
Pero no sólo el empresariado ha diseñado un plan frente a la discusión que se está llevando en torno a la reforma tributaria, el gobierno también está preocupado respecto a las interpretaciones que se le está dando a cada acápite de la iniciativa.
Es por este motivo que el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, decidió no participar de la reunión anual del FMI en EEUU que comenzaba ayer, dado a que se quieren aprovechar las máximas instancias para aterrizar y explicar la reforma tributaria.
Es así como ayer en Radio Agricultura el ministro calificó el proyecto tributario como “una reforma integral que recoge las buenas prácticas que los países del mundo desarrollado agrupados en la OCDE”. Y aclaró que con el incremento de los impuestos a los alcoholes “las exportaciones no están afectadas”.
Como parte de este plan, ayer participó en los dos encuentros que tuvo la mandataria, tanto con la CPC, como con la Unapyme.
Tras finalizar estos encuentros, el jefe de las Finanzas Públicas hizo hincapié en que el Ejecutivo espera que el Congreso actúe con eficiencia y celeridad para aprobar este proyecto para que esté vigente en 2014, especialmente por el ciclo económico de desaceleración que el país enfrenta.
“Nosotros siempre estaremos abiertos a un debate con altura de miras que efectivamente enriquezca el proyecto de ley, en términos de que favorezca una recaudación tributaria como la que hemos planteado al país, en términos de asegurar que la estructura tributaria mejore la distribución del ingreso. Y eso quiere decir que los que tienen más paguen más; que paguen no sólo lo que corresponde sino que hagan un esfuerzo proporcionalmente superior”, dijo el secretario de Estado.
Ahora bien, el debate en la comisión de Hacienda de la Cámara Baja continuará con celeridad. El martes se votará en general y el miércoles en particular (ver nota relacionada). Para ello, desde ayer y hasta el próximo martes a las 12.00 horas se abrió el período para ingresar indicaciones.
Dado que se modificó el reglamento de la Cámara de Diputados, las indicaciones se podrán presentar en la comisión, y en la votación en sala sólo se podrán reponer aquellas que fueran rechazadas en la instancia legislativa previa.
En este contexto, y debido a que además los parlamentarios no pueden presentar indicaciones relacionadas con tributos y administración financiera (por Constitución como facultad exclusiva del poder Ejecutivo), estos tendrán que negociar y dialogar con el gobierno las posibles indicaciones a ingresar, lo que le da pie al Ejecutivo de determinar los posibles espacios de cambios en estas materias específicas.
De esta manera, la tercera semana de mayo el proyecto estaría en la comisión de Hacienda del Senado para comenzar un nuevo trámite legislativo.