(Pulso) En una búsqueda por una mayor apertura económica, el gobierno chino inauguró en septiembre de 2013 una Zona Piloto de Libre Comercio en Shanghái, de 28,8 km2, con la promesa de un entorno de negocios más abierto para que las empresas extranjeras hagan negocios allá. En su primer año de funcionamiento, el monto de exportaciones e importaciones desde esta zona alcanzó los US$122 mil millones. Y el gobierno chileno quiere aprovechar esa oportunidad para comenzar a reducir nuestra dependencia respecto del cobre.
[China busca que sus empresas crezcan en el extranjero para ayudar a su economía]
Una de las iniciativas comerciales más relevantes para Chile en China hoy es un pabellón de 2.000 metros cuadrados de nuestro país en la zona franca de Shanghái, en la zona de Waigaoqiao y que contará con más de 100 stands. El lanzamiento oficial será el 6 de mayo en Shanghái.
Entre las ventajas para las empresas que se instalen allá está la suspensión del pago de aranceles, además del no pago de impuestos como el IVA, lo cual representará un alivio financiero para las empresas.
“El objetivo de la zona piloto de libre comercio es transformarse en un hub de las exportaciones y también de la reexportación y que las empresas chilenas pueden aprovechar los beneficios de la red de TLC de nuestro país para enviar sus productos desde Shanghái no solo a China continental, sino a todos los países de Asia”, explica Andrés Rebolledo, Director General de DIRECON, quien agrega que esta iniciativa no ha significado gastos para el gobierno de Chile, dado que el pabellón será administrado por terceros. El impulsor de esta iniciativa es el empresario chino Arthur Wu, quien es el Agente General de China Chile Central de la Zona Piloto de Libre Comercio.
“Shanghái además es el puerto más grande del mundo en volumen de carga y el comercio online está creciendo fuerte en Asia, por lo tanto, tener productos almacenados en este puerto acelera los negocios y presenta una ventaja positiva al hacer negocios”, afirma Rebolledo, agregando que no hay requisitos de tamaño para las empresas que quieran participar, por lo que las ventajas serán también para las empresas de menor tamaño.
El embajador de Chile en China, Jorge Heine, coincide en el optimismo. “Este pabellón ofrece una gran oportunidad para las empresas chilenas con base de operaciones en este pabellón en Shanghái, con condiciones muy favorables que les permitirían tener productos almacenados en la zona franca para luego poder comercializarlos en el mercado chino”, explica, asegurando que este pabellón es una apuesta por empresas de productos alimenticios, como frutas, mariscos, vino y salmón, entre otros.
China es el principal socio comercial de nuestro país. Sin embargo, la inversión sigue siendo baja. Según datos del Comité de Inversiones Extranjeras (CIE), en el período 1974-2012 la inversión china materializada en Chile fue de US$103,9 millones, equivalente a 0,11% de la IED que llegó a Chile. Con esto, se ubica como el 32° país en inversión en Chile.