(La Tercera) La central Renca de AES Gener, que está en Santiago, sólo opera cuando el sistema eléctrico requiere respaldo, debido a que usa diésel, lo que implica, por lo tanto, un alto costo de operación.
De hecho, en los últimos dos años ha sido requerida sólo en dos ocasiones. En mayo de 2008 funcionó varios meses en plena crisis energética y en diciembre de 2010, una semana por la estrechez del sistema de transmisión.
Ahora en febrero, el Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC), organismo que regula el funcionamiento del Sistema Interconectado Central (SIC), pidió a AES Gener que pusiera en marcha las dos unidades de Renca, que aportan 100MW.
Según algunas firmas del sector, el CDEC-SIC eligió esta opción tras fallas observadas en las últimas semanas en algunas centrales. Se trata de la unidad a carbón Bocamina de Endesa (144 MW), la unidad de pasada de Colbún, Guardia Vieja (38 MW) y una unidad de las cuatro de la central Campanario (60 MW). Según indican, la unidad de Endesa estuvo fuera de servicio entre viernes y domingo por el fuerte sismo que afectó a Concepción. En cambio, la unidad de Colbún tuvo problemas derivados de la lluvia tropical que afectó a la Región de Valparaíso.
Si bien las centrales volvieron a funcionar, las fuentes indican que Renca está siendo requerida para dar seguridad al sistema eléctrico.
Otras fuentes afirman que Renca se puso en marcha por un factor económico. A pesar de que la unidad tiene un alto costo de operación, actualmente hay centrales menos eficientes o menos competitivas debido a que están ubicadas a cientos de kilómetros de la capital.
De hecho, agregan que el problema del sistema eléctrico no es de generación, sino de la estrechez para transportar energía a Santiago.
Las fuentes indican que el hecho de que hayan faltando más de 200 MW en el SIC y que el sistema operara sin cortes de luz, refleja que el actual escenario de estrechez no es por falta de suministro. «Que haya faltado energía y no se haya producido ningún corte de luz explica que el sistema tiene capacidad de generación», explicó Sergio Zapata, de Banchile.
Ejecutivos de la industria enfatizan que el sistema tiene centrales de respaldo. De hecho, la semana pasada algunas unidades de Campanario operaron con gas y ahora tienen diésel, pero no están siendo requeridas.
En todo caso, con la entrada de Renca, los costos de energía subirán.
El costo marginal llegó ayer a US$ 220 por MW hora y se prevé que podría subir esta semana, cuando entren en operación las dos unidades de la central.
Fuente / La Tercera