Ejecutivos de compañías mineras, representantes de los proveedores, grandes consumidores de la cadena del valor del cobre, analistas y autoridades se congregaron este miércoles en la mayor cita internacional de la industria cuprífera: la Cena Cesco.
Fueron unos 1.700 asistentes los que participaron en esta edición –la número 23-, aún lejos del peak de 2.200 participantes que se alcanzó en pleno boom del precio del metal, pero una masiva y animada convocatoria que demuestra la buena salud del sector.
En un ambiente de camaradería y orientado a interactuar en forma más relajada que en las conferencias que conforman la Semana Cesco.
En la oportunidad, tanto la directora ejecutiva de la entidad organizadora, Alejandra Wood, como el ministro de Minería, Baldo Prokurica, reiteraron los sólidos fundamentos que se aprecian para la demanda futura del cobre, sustentados por la creciente urbanización en los países en desarrollo, a lo que ahora se suma el impulso transformador de nuevas tecnologías más demandantes del metal, como son las instalaciones para generar energía renovables no convencionales y la electromovilidad, que promoverá un mayor uso del commodity en los componentes de los vehículos, por su favorables condiciones para la transmisión eléctrica.
Alejandra Wood, directora ejecutiva de Cesco.
“Sin lugar a dudas el cobre es el futuro”, aseveró el secretario de Estado, quien hizo hincapié en los recientes anuncios de grandes inversiones, como son QB2, INCO de Los Pelambres, la expansión de Collahuasi, Rajo Inca y NuevaUnion.
No obstante lo anterior, también hubo comentarios de cautela. “La inversión aún no logra despegar del todo”, reconoció Wood. Planteó, además, que ya no basta para las compañías hacer las cosas bien, se requiere una visión estratégica compartida.
Asimismo, dijo que para seguir avanzando y sacar adelante los proyectos se debe incorporar al Estado y sus órganos, “pero sobre todo al ciudadano a pie, que busca ser escuchado”.