(Pulso) Una dura acusación en contra de Aduanas hizo ayer la acerera de capitales brasileños Gerdau, segundo actor en el mercado nacional y que se dedica principalmente a la elaboración de productos a partir de chatarra.
El gerente general de la firma, Italo Ozzano, expuso ayer en el marco del Congreso Nacional del Instituto Chileno del Acero (Icha), que se realiza en la ciudad de Viña del Mar.
“En Aduanas no se verifican ni solicitan los documentos que aseguren una estricta certificación de los productos provenientes del extranjero, lo que está afectando a la seguridad y a la calidad”, acusó el ejecutivo.
“Es urgente generar un reglamento para el control de las importaciones en ese servicio, que permita, entre otras cosas, asegurar el cumplimiento de las normas técnicas y empoderar a sus funcionarios”, agregó.
Las productoras de acero nacionales están enfrentando una fuerte competencia de productos principalmente de origen chino, aunque también hay acusaciones por la entrada de acero desde otros países como México y Turquía. Ellos acusan no sólo de dumping sino que también de baja calidad de los productos con los que compiten.
Esto ha derivado en la solicitud de medidas a la Comisión Antidistorsiones, que impuso medidas arancelarias provisorias siguiendo lo que han hecho otros mercados como Estados Unidos y la Unión Europea.
“En Chile a la industria local se le exige una estricta certificación de calidad de los productos, pero ello no es replicado a los materiales importados. Por eso en la Aduana debe exigirse la certificación de cumplimiento de la norma y verificar que el cargamento sea el que se ensayó, además de controlar la radiación”, dijo Ozzano.