(Reuters) Los estudiantes, apoyados por la oposición y sindicatos de izquierda, planean realizar el lunes una nueva marcha en Lima exigiendo derogar la ley que, según el Gobierno, busca también reducir la informalidad en el mercado laboral.
«Lo que haremos (con el reglamento de la ley de empleo juvenil) es precisar y resolver los temores, las incertidumbres que puedan tener jóvenes sobre este proyecto de ley», dijo el presidente Ollanta Humala a periodistas tras inaugurar el inicio de obras de la segunda línea del metro de Lima.
Humala, un militar retirado cuya gestión es desaprobada según una encuesta reciente por el 64 por ciento de los peruanos, promulgó hace tres semanas la ley laboral con el apoyo de legisladores de la oposición, que ahora buscan retirar sus firmas.
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La ley considera que las empresas pueden contratar personas de entre 18 y 24 años sin un fondo de desempleo (CTS) ni gratificaciones, y con vacaciones recortadas a 15 días al año frente a los 30 días de la legislación actual.
Los grupos de jóvenes que se oponen a la ley, que ya organizaron dos marchas antes de Navidad que congregaron a miles de personas, dicen que la nueva legislación generará despidos porque las empresas buscarán ahora emplear a trabajadores a menores costos.
«Vamos a precisar en el reglamento de que no se va a permitir los despidos como se viene especulando», afirmó Humala.
El régimen laboral juvenil fue promovido por el Gobierno como parte de una serie de reformas para impulsar la economía del país minero, cuya actividad productiva crecería este año menos de la mitad que el 5,8 por ciento del 2013.
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La economía de Perú, el tercer más grande productor mundial de cobre y el quinto de oro, lleva meses de desaceleración debido principalmente por la caída de sus exportaciones ante una menor demanda de materias primas de grandes consumidores como China.