(Diario Financiero) Con marcados matices en cuanto a los contenidos que predominarán en el Senado, se reactivó ayer en la comisión del Trabajo el “segundo tiempo” de la discusión del proyecto de reforma laboral, poniendo de manifiesto que materias como la adaptabilidad laboral y la extensión de beneficios concentrarán el debate de la iniciativa en la instancia.
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Si bien la jornada se inició con la intervención de la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, quien reiteró que “con este mensaje nos ponemos al día en una deuda que había en este aspecto que es tan importante si queremos enfrentar la equidad”, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas, fue el encargado de dar el puntapié inicial a la discusión del proyecto en la comisión del Trabajo, lanzando de entrada que “la reforma yerra en su foco”.
En su alocución aseguró que para lograr un proyecto equilibrado se debe reducir la exigencia de quórum mínimo de sindicalización para que más empresas y trabajadores puedan pactar la adaptabilidad y puso de manifiesto que es importante que el empleador mantenga la facultad de extender a todos los trabajadores sin discriminación alguna lo negociado colectivamente.
Desde la otra vereda, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) valoró los tres pilares de la libertad sindical que forman parte del proyecto: el sindicato, la negociación colectiva y el derecho a huelga. La presidenta de la multisindical, Bárbara Figueroa, destacó que esta reforma representa un avance y una oportunidad para cambiar la concepción del Sistema de Relaciones Colectivas de Trabajo que instauró el Plan Laboral, pero advirtió que “siguen habiendo en este proyecto materias que a nuestros ojos atentan contra la libertad sindical y los objetivos de esta propia reforma”.
Sobre esto, fue tajante en señalar que la adaptabilidad laboral es una de las principales materias que atentan contra la libertad sindical y los objetivos de la propia reforma. “Hemos dicho que no se trata de que los sindicalistas no queramos debatir de los pactos. Nosotros estamos disponibles, pero nos parece que es inapropiado e impertinente hacerlo en el marco de un proyecto de ley que está construido y concebido para abordar libertades sindicales. Por eso, hemos solicitado que esta materia no sea aprobada en este proyecto de ley y pase a ser una materia de discusión en otra instancia donde nosotros tenemos toda la disposición a participar”, apuntó.
También agregó que “la imposibilidad de que las confederaciones y federaciones puedan negociar de manera vinculante, la mantención de los pactos de adaptabilidad (ahora sin gradualidad), una definición aún muy amplia de servicios mínimos y el piso mínimo de reajustabilidad, nos parece que son elementos imperativos de abordar en el Senado”.
Haciéndose parte de los continuos cuestionamientos por los efectos económicos que tendría la iniciativa, Figueroa dijo que las conclusiones de numerosos expertos indican que la negociación colectiva puede contribuir a establecer una vía para el crecimiento equitativo e integrado para reducir la desigualdad de la mano de mejores y mayores políticas de crecimiento.
Los puntos de los senadores
Tras la ronda de presentaciones, destacó la preocupación del senador Andrés Allamand (RN) por los efectos “indeseados” que podría tener el proyecto en la mantención y creación de empleo, mientras que el UDI Hernán Larraín puso en debate la pertinencia de incluir a los trabajadores del sector público en la norma y revisar el rol de la mediación y el arbitraje, además de mostrar inquietud por los efectos de la iniciativa a nivel macroeconómico.
A su vez, la senadora Adriana Muñoz (PPD) les pidió los empresarios que cambien “esta mirada sesgada”, en alusión a la visión negativa que tienen del sindicato.
Finalmente, el presidente de la comisión de Trabajo, senador Juan Pablo Letelier (PS) llamó a no perder el horizonte y enfocar el debate al proyecto en sí con el fin de cumplir con los plazos y tener el proyecto aprobado antes que se inicie la discusión del Presupuesto 2016 en septiembre.
“Descuelgue” en la huelga después de 7 días
No sólo reparos hubo en la primera jornada de debate en el Senado. También la multigremial trajo propuestas bajo la manga que dieron cuenta también de su crítica postura.
Así, además de enfatizar que la reforma impulsada por la actual administración incluye iniciativas que pueden incluso poner en riesgo la creación de empleo, el líder de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas, indicó que la prohibición del descuelgue durante la huelga, además de la imposibilidad del reemplazo, generará daños importantes a muchas empresas que verán aumentar la conflictividad y disminuir su productividad.
En esa perspectiva, el timonel de los empresarios propuso que “pasado un mínimo de siete días se contemple el derecho de los trabajadores involucrados en la huelga de poder decidir individualmente ‘descolgarse’ de ésta para no afectar su fuente y libertad de trabajo”.
Lo anterior se sumó a las peticiones de potenciar los pactos de adaptabilidad y permitir al empleador decidir sobre la extensión de beneficios a los trabajadores no sindicalizados, entre otros puntos.
Esta puesta en escena, de todas formas, no estuvo exenta de una mirada crítica de los propios hombres de negocios. El sábado desde las 10.30 hasta las 13.15 horas, se concretó una reunión privada en las dependencias de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) para evaluar la postura que llevaría la CPC al Congreso.
Si bien se encontraba agendado un encuentro del comité ejecutivo de la instancia a primera hora del lunes para afinar la postura de la máxima cúpula empresarial, el borrador de la exposición que fue transmitido el viernes, obligó a que tras el arribo de los dirigentes gremiales desde Perú, se organizara de la mano de Hermann Von Mühlenbrock y Juan Pablo Swett una cita para trabajar directamente en el contenido del documento final.
El texto fue afinado además por el ex presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, y los vicepresidentes del gremio fabril.
CUT critica a CPC por desconocer “acuerdo”
A pesar que tanto la CPC como la CUT no han hecho referencias directas a lo que fue la declaración de voluntades que suscribieron el año 2011 en materia laboral, ayer la presidenra de la multisindical, Bárbara Figueroa, emplazó en su presentación ante la comisión de Trabajo al timonel de los empresarios, Alberto Salas, a recordar este acuerdo.
“En el punto 5, el acuerdo de voluntades señalaba fortalecer el sindicato como principal sujeto de la negociación colectiva, que dado lo engorroso y complejo del proceso vigente de negociación colectiva había que generar una propuesta que simplificara el proceso y que la respuesta de la empresa a la propuesta de contrato colectivo debiera mantener las condiciones de la negociación anterior. Es decir, ya en su momento entre los actores del mundo del trabajo fuimos capaces de señalar la necesidad del piso, sin embargo, hoy parecemos desconocer algunos de estos aspectos que entre las partes parecían sumamente naturales”, criticó Figueroa.
Además, dijo que a propósito del debate de los pactos de adaptabilidad, “nos parece necesario señalar que la declaración de voluntades también indicó que convenía ampliar la cantidad de materias que el o los sindicatos pueden abordar en una negociación colectiva con sus empleadores y, entre las partes, establecimos que eso siempre cuando fuera con el acuerdo de las partes y se representase al menos los sindicatos el 65% de los trabajadores de la empresa”, agregó.