Junto con posibilitar el desarrollo de la electromovidad, al proveer minerales claves como el cobre y el litio, la minería es uno de los sectores económicos que ha ido integrando de manera relevante la movilidad eléctrica en sus operaciones.
Es así como la industria extractiva ha recurrido por ejemplo al uso de buses eléctricos para el traslado de sus trabajadores, como una manera de reducir la huella de carbono de sus operaciones, y a la vez elevar los niveles de sostenibilidad de los desplazamientos, destacando en esa materia la experiencia de mineras como Codelco, Anglo American, BHP y SQM.
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Cabe indicar que en el avance de la electromovilidad en la minería ha tenido un rol relevante la empresa Vivipra, importadora y representante de King Long en Chile, quienes fueron los que trajeron al país los buses eléctricos que ya es posible apreciar operando en faena.
Junto con destacar la presencia que han ido logrando en el sector de la minería, Francisco Martínez, Brand Manager de King Long – Vivipra, comenta que “las compañías mineras están viendo cómo funcionan los equipos, de qué manera ajustarlos a cada ruta y circuito. Además, están trabajando en sus licitaciones. En el caso de Codelco, está implementando primero en El Teniente, para luego seguir con Chuquicamata y la División Andina”.
Consultado respecto a cómo se está llevando a cabo dicho proceso, el ejecutivo detalla que “ellos tienen que ver cómo han funcionado los buses que están operando en Codelco, deben obtener información de cómo se han comportado, y qué exigir para la próxima licitación”.
Una Ventaja En Terreno
En la opinión de Francisco Martínez, los buses eléctrico se encuentran mejor preparados para afrontar las exigencias que conlleva operar en una faena minera, que en ciertas ocasiones se emplaza a miles de metros sobre el nivel del mar.
Es así como explica que “un bus que funciona con diésel consume oxígeno para llevar a cabo la combustión. Al haber altura, se te reduce el oxígeno, por lo tanto se produce lo que se conoce como “el apunamiento del bus”, es decir, que anda más lento”.
Esto contrasta con lo que ocurre con un bus eléctrico, que “no consume nada de oxígeno, por lo tanto, anda exactamente igual a 5.000 metros de altura o a nivel del mar. Es como un electrodoméstico, te va a funcionar arriba o abajo perfectamente igual”.
A lo anterior se suman las características de seguridad del bus: cortacorriente de emergencia, cinturón de seguridad de tres puntas, cámara de 360 grados y sistema anti incendios, entre otras funciones.
“Hay que tener en cuenta que, en minería, los trayectos son usados por los trabajadores como tiempo de descanso y, finalmente, la gracia de que el bus sea eléctrico es que se eliminan algunas características que influyen negativamente en esto, como la vibración y el ruido, lo que reduce el estrés laboral”, agrega el Brand Manager de King Long – Vivipra.