Codelco y Enap: es tiempo de romper la inercia

Jul 3, 2014

Las empresas públicas en nuestro país tienen una participación muy relevante en los respectivos mercados en donde éstas se desenvuelven, la mayoría de las cuales están agrupadas bajo la tutela del Sistema de Empresas (SEP), que opera como una suerte de holding para 22 de este tipo de compañías.

Y pese a la gravitación, en sus respectivas industrias, de empresas como Codelco y Enap, si nos remitimos a su presencia en nuestro mercado de capitales o a la participación de capitales privados, la realidad es diametralmente opuesta.

Lo anterior difiere de lo que ocurre en otros países del concierto latinoamericano, en donde se han privatizado parcial o totalmente algunas de sus más emblemáticas compañías estatales, como la colombiana Ecopetrol, que colocó y abrió su propiedad accionaria a un porcentaje minoritario, con buenos resultados post colocación.

Además, el mantener empresas que operan en industrias competitivas y “no estratégicas” no cumple el principio de subsidiariedad establecido en nuestra Constitución, que establece la participación estatal solamente en aquellas áreas en donde los privados no están interesados o capacitados de hacerlo.

Y si bien el clima político impide pensar en privatizar empresas públicas, creo que es tiempo que rompamos la inercia y pensemos seriamente colocar en bolsa un 10% a 15% de las compañías más grandes, como Codelco o Enap (esta última previo una reestructuración de su gobierno corporativo), quizás en una primera etapa sólo abierto a los fondos de pensiones locales, o al menos permitiendo la incorporación de capital privado en algunos de sus proyectos más emblemáticos.

En este sentido cito como ejemplo al pragmático presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien impulsa una iniciativa de reforma energética para modernizar al gigante estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) a través de la participación de capital privado, aunque reiterando que ésta no será privatizada.

Peña Nieto explicó que los partidos y el gobierno -en el marco del Pacto por México- coinciden en temas como que el Estado mantenga la propiedad sobre los hidrocarburos, la rectoría en Pemex y que se debe modernizar Pemex con apoyo del sector privado, explicitando que “es momento de modernizarnos, de transformar… no vamos a administrar, queremos transformar. Incidir en un cambio estructural”.

Este tipo de decisiones en Chile -absolutamente imprescindibles en varias empresas del ámbito estatal- lamentablemente no se perciben como prioritarias por parte de nuestra clase política, con el consecuente estancamiento de éstas o, al menos, costo de oportunidad por no poder acometer nuevos y relevantes desafíos por una cuestión de tipo principalmente ideológica.

Roberto Darrigrandi, decano Facultad de Economía y Negocios UNAB

Roberto Darrigrandi, economista, socio director Alta Dirección, decano Facultad de Economía y Negocios UNAB.

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