Black & Veatch: mayor cantidad de soluciones sustentables permitirá alcanzar las metas de la carbono neutralidad

Jun 2, 2022

El director de Desarrollo de Negocios Minería de la firma, Miguel Oñate señala que si bien la minería va algunos pasos adelante respecto a nueva Ley de Cambio Climático, lo que se puede hacer es adoptar una combinación de esfuerzos o métodos para lograr la descarbonización.

Tanto el sector minero como otras industrias, están implementando acciones que persiguen la meta de lograr la descarbonización al año 2030, en esta dirección se han concentrado los esfuerzos para el desarrollo de tecnologías y combustibles limpios.

El director de Desarrollo de Negocios Minería de Black & Veatch, Miguel Oñate, expone a MINERÍA CHILENA su percepción de cómo ha ido avanzando la industria minera en descabornización, destacando que «lo interesante es que,  la minería va algunos pasos adelante respecto a nueva ley de cambio climático que se quiere implementar en Chile».

Del mismo modo, el ejecutivo señala que «a pesar de que las compañías mineras en su mayoría persiguen objetivos similares en relación a la carbono neutralidad, no existe un enfoque único ni una receta probada para que todas las empresas puedan lograrlo (…) si cada empresa minera logra implementar la mayor cantidad de soluciones sustentables acorde a sus necesidades y capacidades la industria minera alcanzará, sin dudas, las metas impuestas por la Ley de Cambio Climático en Chile y la carbono neutralidad».

A su juicio, ¿En qué se ha avanzado?   

A pesar de que el Gobierno está realizando importantes avances para reemplazar la matriz de generación energética -a partir de combustibles fósiles-, por generación de energías limpias y sustentables, los combustibles fósiles siguen siendo la principal materia prima, y esto es justo lo que la nueva Ley de Cambio Climático de Chile busca cambiar. Lo interesante es que, la minería va algunos pasos adelante respecto a nueva ley de cambio climático que se quiere implementar en Chile.

Las compañías mineras han querido contribuir y alinearse con los esfuerzos globales que se están realizando para reducir la emisión de gases contaminantes y es por lo mismo que se han suscrito voluntariamente a reducir su huella de carbono y alcanzar la carbono neutralidad entre 2030 y 2050. Esta meta considera, al menos, el scope 1 y 2 definido por el GHG (Green House Gas) Protocol, que considera tanto la generación propia como de proveedores directos. Algunas, inclusive, ya hablan de la carbono positividad, que es un paso aún más avanzado y que requiere mayores esfuerzos.

A pesar de que las compañías mineras en su mayoría persiguen objetivos similares en relación a la carbono neutralidad, no existe un enfoque único ni una receta probada para que todas las empresas puedan lograrlo, pues cada una tiene distintos requerimientos que exigen la implementación de soluciones específicas acorde a cada operación.

Las mejoras que hoy se aplican a la eficiencia operativa del sector minero, sin duda están aportando a reducir las emisiones de GEI al reemplazar parte de sus fuentes de energía fósiles (Diesel y/o carbón), entregadas en su mayoría por el SIC, por renovables, incrementando la eficiencia energética de sus procesos, variando desde la digitalización de las operaciones para una mejor gestión del uso de la energía, hasta un enfoque en equipos más eficientes que generan ahorros a largo plazo.

Asimismo, la descarbonización también considera reducir el consumo del agua mediante planes de integrales de gestión del agua que se traducen en menor consumo de energía en sistemas de transporte y tratamiento de agua, los que también requieren una cantidad significativa de energía. La reducción de la evaporación, las fugas y los desechos, además de otros métodos de gestión del agua, también disminuyen los requisitos de energía y las emisiones de GEI relacionadas al sector.

A esto se suma la incorporación de vehículos eléctricos e impulsados por celdas de hidrógeno verde que están comenzando a instalarse en el sector, los cuales también aportarán a la sustentabilidad de la industria minera, sumando a la meta final esperada. En este punto aún falta más desarrollo integral en la cadena de suministro que permita llevar las plantas pilotos de electrolineras e hidrolineras a una escala de operación real, aunque los esfuerzos van en la dirección correcta.

Sin embargo, ninguna actividad individual logrará una minería neta cero, pero sí se puede adoptar una combinación de esfuerzos o métodos para lograrlo. Para esto es necesario (tal y como muchas ya lo hacen) planificar e integrar pasos concretos como parte de una Hoja de Ruta de descarbonización que identifique tareas fácilmente realizables, teniendo en cuenta la incertidumbre, el margen para la adaptabilidad, y las tecnologías emergentes de las que dispone el mercado, maduración de la misma y cuando alcanzará su nivel de desarrollo para que sea implementado a gran escala (que es justo parte de lo que hacemos en Black & Veatch).

Los programas de descarbonización en todos los niveles requieren una comprensión de cómo las tecnologías heredadas, las nuevas y las que pronto surgirán pueden funcionar juntas, y una Hoja de Ruta estratégica de descarbonización debe tener un núcleo tecnológico detallado, incluyendo la cadena de proveedores y prestadores de servicios. Este último es de suma relevancia para que logremos alcanzar las metas propuestas.

En resumen, si cada empresa minera logra implementar la mayor cantidad de soluciones sustentables acorde a sus necesidades y capacidades, apoyadas en Hojas de Ruta bien establecidas que aseguren el cumplimiento del objetivo final, y con el apoyo de partners tecnológicos y operativos que brinden el acompañamiento experto necesario, la industria minera alcanzará, sin dudas, las metas impuestas por la Ley de Cambio Climático en Chile y la carbono neutralidad.

¿Cuáles son las materias que aún están pendientes? 

Todas las tecnologías que van a contribuir a reducir la huella de carbono están en proceso de desarrollo, por lo que debemos esperar al proceso propio de maduración de estas tecnologías.

En cuando a las cadenas de suministro, en algún punto, los desarrolladores de estas tecnologías colocarán sus productos en el mercado, los que, a su vez, necesitarán servicios, y eso implica un tiempo de desarrollo. Ese tiempo está muy acelerado, pero, aun así, se debe esperar a que los nuevos productos que van en esa línea también tengan un adecuado servicio y puedan apoyar a las compañías mineras.

La gran ventaja es que hoy las compañías entienden sus desafíos y todos sus equipos están trabajando para acelerarlo.

También es necesario políticas de Estado que aceleren la adopción de tecnologías sustentables. La ley de Cambio Climático es un buen inicio, pero debe ir acompañada de políticas públicas que generan certeza en el largo plazo con fin de facilitar la inversión de proveedores de nuevas tecnologías para que consideren a Chile como un mercado de desarrollo atractivo. Esto tendrá un impacto relevante en el desarrollo de mano de obra calificada y en la cadena de suministro en general.  

A su juicio ¿Qué medidas deben tomar los actores del sector para contribuir a la carbono neutralidad?

Según se comentó anteriormente, existe un protocolo global que se llama Greenhouse Gas Protocol que define lineamientos y sobre los que las compañías mineras están focalizando sus objetivos.

El scope 1 de este protocolo corresponde a reducir o eliminar todas las emisiones de GEI directas que se generen dentro de la operación o las instalaciones de la industria. Es lo que la compañía emite directamente y sobre lo que tiene control.

El scope 2 se refiere a las emisiones indirectas generadas por suministro de energía, por ejemplo, a través de contratos de suministros de energía, generalmente a través del SIC, que comúnmente se conocen como PPAs.

El scope 3 incluye todas fuentes de generación GEI que ocurren en toda la cadena de suministro.

Este último punto va a tomar más años en ser alcanzado, pero hoy en día las compañías están focalizándose en el punto 1 sobre emisiones directas y sobre las cuales tengan control.

Chile, afortunadamente, es privilegiado en términos de producción de energías renovables gracias a las fuentes naturales con las que contamos, como fuertes vientos en el sur, y energía solar en el norte. También está la energía marea motriz que es una fuente potencial de energía muy importante, sobre todo por las corrientes marinas que hay en el sur.

Dado este contexto, en el cual Chile tiene mucho potencial energético sustentable, se está trabajando para que, de aquí a diez años, parte importante de la matriz energética de Chile provenga de fuentes renovables.

Para aportar a que las empresas logren alcanzar los objetivos esperados en materia de descarbonización, en Black & Veatch contamos con más de cien años de experiencia como proveedores líderes de soluciones de infraestructura crítica para la humanidad, entregando soluciones de agua, energía y telecomunicaciones que involucran beneficios directos para las personas.

De hecho, somos una empresa pionera en soluciones referentes a energías renovables. Actualmente contamos con la adjudicación de la planta de hidrógeno verde más grande del mundo, entre otros grandes proyectos en los que hoy volcamos todo nuestro conocimiento de infraestructura sostenible hacia la minería.

Todo este concepto de infraestructura sostenible lo canalizamos hoy hacia la minería, entregando soluciones para que la industria obtenga agua y energía que puedan utilizar de manera eficiente y sostenible. Ese es el aporte de Black & Veatch hacia la sostenibilidad de la minería.

¿Cuáles son los desafíos que enfrenta el sector para lograr la descarbonización?

Muchas de las compañías mineras tienen esta meta de descarbonización al año 2030 (scope 1 y 2). Eso nos deja un cierto periodo de aprendizaje que, todo lo que no seamos capaces de alcanzar de acá al 2030, lo podamos alcanzar al 2050 gracias a la tecnología que hoy está en desarrollo. Alcanzar la descarbonización al 2030 es una meta razonable en función del trabajo que se realiza hoy en día, pero esto debe ir acompañado de políticas públicas claras que permitan que las compañías hagan inversión en innovación. No solo las compañías mineras, sino las compañías proveedoras que traigan estos productos y tecnologías que permitan avanzar hacia la meta esperada. Ese es el principal desafío: si como país no logramos dar la estabilidad para que las empresas vengan e inviertan en nuevas tecnologías, el panorama será complejo.

 

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