Aunque la industria minera ha podido seguir operando durante la crisis sanitaria, dicho logro ha implicado una serie de costos para las empresas que se desempeñan en el sector, tanto en lo referido a las compañías productoras, como a sus contratistas.
«Hemos constatado que el dinamismo de las actividades de ingeniería ha sido afectado durante la crisis sanitaria. Las empresas productivas han focalizado sus esfuerzos en mantener la continuidad operativa, implementando amplias medidas de control y mitigación, las que han repercutido en el nivel de actividad de ingeniería y su productividad», señala María Soledad Osorio, gerente de Estudios y Negocios de la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería de Chile (AIC).
La profesional explica que «la productividad es una variable muy relevante en las actividades de ingeniería que se mide continuamente. Esto ha permitido detectar que la crisis sanitaria ha impactado mayormente a los proyectos grandes, debido a que utilizan equipos multidisciplinarios, que requieren mayor coordinación presencial para el desarrollo de sus actividades. En el caso de los proyectos menores o servicios de consultoría, hemos evidenciado que se han desarrollado con productividades adecuadas. Asimismo, los proyectos en etapas de implementación se han visto afectados por la imposibilidad de asistir a terreno, debido a las restricciones de movilidad durante la crisis sanitaria».