JRI lidera adopción de BIM en proyectos mineros

Abr 1, 2019

La metodología representa el estándar más reciente para diseñar, planificar y simular iniciativas de gran escala. Al migrar de un modelamiento geométrico a otro basado en bases de datos, BIM entrega resultados reales, minimiza costos, optimiza plazos y facilita la interacción entre las partes relacionadas.

Mayor productividad, reducción de atrasos en la programación, ausencia de variaciones en los costos y colaboración entre las distintas partes durante todo el ciclo de vida del proyecto, son algunos de los beneficios asociados a la metodología BIM, principal estándar para planificar en forma dinámica obras de ingeniería, industria, construcción y, en general, iniciativas de gran escala.

El sistema Building Information Modeling (BIM) recibió su primer impulso en Chile desde el gremio inmobiliario, seguido con entusiasmo por la esfera estatal a través del Ministerio de Obras Públicas, incluyendo BIM como requisito en sus futuras licitaciones.

Comprendiendo el quiebre que representa este modelo en el diseño de proyectos, JRI Ingeniería está liderando la incorporación de BIM al segmento minero para extender sus ventajas a los nuevos proyectos de este mercado.

Eduardo Canales, Gerente de Operaciones de JRI, explica que “BIM representa la generación más reciente en modelamiento para proyectos de ingeniería, dejando atrás las maquetas inteligentes que conocíamos hasta ahora, al eliminar definitivamente el trabajo en papel y aportando la construcción basada en variables, desarrollo incremental y coordinación instantánea entre las partes, por ejemplo”.

Lo anterior significa, según el ejecutivo, que los elementos de la maqueta digital se vayan modificando en forma casi idéntica a la realidad, al pasar de una matriz con elementos geométricos a otra de clase funcional, que introduce el efecto que produce en el conjunto la adición de cualquier cambio en los atributos o elementos que lo conforman.

“Por ejemplo, podemos anticipar el desempeño y costos de los procesos mineros, al incorporar o modificar las variables y componentes, como un camión, molino, celda de flotación o filtrado, de manera de seleccionar la combinación más eficiente, económica y segura durante el ciclo de vida completo de la faena”, agrega Mario González, especialista en Layout y Constructibilidad de JRI.

JRI adopta la metodología BIM en sus versiones 4D y 5D, orientadas a optimizar las variables de programación y costos, respectivamente. “Con esta metodología y sus herramientas asociadas, podemos anticipar brechas en la estructura de costos y eventuales atrasos en la ejecución del programa de trabajo”, señala Claudio Vergara, Jefe del Área de Programación y Costos de la empresa.

Desde otro ángulo, BIM se considera una herramienta útil en la etapa de socialización del proyecto –incluyendo autoridades, grupos de interés y comunidades– al proporcionar una experiencia vívida y atributos específicos de cada una de las partes que componen la unidad.

“Con el impacto que entrega la definición de los detalles de un modelo BIM, podemos mejorar los resultados en la fase de evaluación de un proyecto conceptual al someterla al análisis de directorios e inversionistas”, destaca Canales.

En la misma línea, sus cualidades de inmersión potencian los procesos de capacitación de personal, especialmente con supervisores y operadores de mina y planta, con efectos positivos en indicadores de productividad, seguridad y mantenimiento de activos, por mencionar algunos.

 

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