José Ramón Valente: «Es esperable que durante el primer semestre de 2017 haya más rebajas de otras clasificadoras»

Dic 16, 2016

El socio y director de Econsult señaló que la rebaja de la perspectiva crediticia para el país llega en "un muy mal momento", justo cuando requiere endeudarse más. Comenta que si bien Valdés logró imponer su sello en lo fiscal, éste no fue suficiente.

(Pulso) En febrero el socio y director de Econsult, José Ramón Valente, fue uno de los primeros economistas en poner la luz de alerta sobre la posibilidad de que Chile podría ver dañada su clasificación de riesgo debido al crecimiento del déficit fiscal y la rapidez con que la deuda pública se ha incrementado. De hecho, para el próximo año, la deuda pública corresponderá al 25,2% del PIB (Producto Interno Bruto), su mayor nivel desde principios de los años 90.

Diez meses después la agencia Fitch Ratings, redujo la perspectiva para la clasificación de crédito de Chile a “negativa”, debido principalmente a que la prolongada desaceleración de la economía está contribuyendo a un “deterioro relativamente rápido” de su balance soberano. De esa manera se comenzó a cumplir el vaticinio de Valente, aunque la agencia mantuvo la calificación de largo plazo en moneda extranjera en “A+”.

Durante el año el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, enfatizó en la necesidad de ser fiscalmente responsable para no ver afectada la clasificación de riesgo, ¿su mensaje no fue suficiente?

-El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, hizo enormes esfuerzos durante el año. En febrero pasado realizó un ajuste de US$540 millones como señal de responsabilidad. Fue exitoso en términos de plantear un presupuesto 2017 con un gasto público acotado, y de fijar un reajuste responsable para el sector público, sin embargo, no fue exitoso en generar las condiciones necesarias para que la economía volviera a crecer, y eso fue lo que terminó afectando la clasificación del país.

¿El cambio en la perspectiva se debe a que el problema de menor crecimiento de Chile es algo más estructural que cíclico?

-Cuando uno lee el informe de Fitch hace harto hincapié en la incapacidad de crecimiento que está mostrando la economía chilena y en base a ello, argumenta el recorte en la perspectiva de riesgo del país. Además, Fitch enfatiza que el país lleva ya tres años de bajo crecimiento, y por lo demás las perspectivas de crecimiento para 2017 y 2018 no se ven auspiciosas.

¿Este cambio en la perspectiva es una derrota para el ministro de Hacienda?

-El ministro Valdés en su nicho de las finanzas públicas logró el apoyo de la Presidenta Michelle Bachelet y por ende, se mantuvo firme con su postura de elaborar un presupuesto austero. Pero no tuvo el suficiente apoyo del resto del gobierno para cambiar la mentalidad y poner en el centro de las políticas públicas el crecimiento económico. El ministro de Hacienda no ha logrado ser una especie de jefe de gabinete al interior del Gobierno.

¿Hay riesgos de que otras clasificadoras sigan esta tendencia y también cambien la perspectiva crediticia del país?

-Standard & Poor’s nos tiene en una posición más alta (AA-) y la idea era que Fitch subiera la clasificación a AA+ por ende, con este cambio en la perspectiva nos alejamos bastante de esos estándares, y por primera vez estamos retrocediendo. Por esto al plantearse este cambio de escenario por parte de Fitch podríamos esperar una revisión a la baja de los otras clasificadoras.

¿Cuándo, en el corto plazo?

-No lo harán inmediatamente, pero es esperable que durante el primer semestre de 2017 haya más rebajas de otras clasificadoras.

En ese sentido, ¿cuáles son las implicancias concretas que esto puede tener para el país?

-Tiene varias consecuencias y que por lo demás viene en un muy mal momento por tres aspectos: el primero es que el país está requiriendo mucho más financiamiento externo para financiar el déficit efectivo, requiere unos US$10 mil millones y con una menor clasificación el costo para acceder a deuda es más caro. El segundo punto es que la Reserva Federal (Fed) subió el miércoles su tasa de interés de corto plazo, y eso ha llevado a un aumento de las tasas de largo plazo lo que podría afectar también el costo del endeudamiento. Y tercer punto es que el spread para Chile por este aumento en la percepción de riesgo también aumente. Es decir, hay un perjuicio evidente para el país.

Las expectativas de crecimiento para el próximo año se ubican en 2%, ¿ve alguna señal que muestre algún repunte?

-Hasta hace pocos meses estaba en las expectativas que Chile iba a despegar el próximo año, pero durante las últimas semanas hemos conocido las proyecciones de crecimiento de varios organismos, entre ellos, la Cepal que proyectó un PIB de 2% al igual que el FMI. La OCDE aún está más arriba con un 2,5%. Ahora veremos lo que nos dice el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de este lunes, pero todo apunta a que estará en torno a 2%. Si eso ocurre, este Gobierno terminará con un crecimiento en promedio inferior al 2% siendo el período más malo de los últimos 40 años.

¿Entonces no ve señal de repunte?

-No se ven sectores que puedan apoyar al dinamismo de la economía hacia el próximo año. La única luz de esperanza es que el precio del cobre dé una sorpresa. De hecho, pasó de cotizarse a US$2,08 la libra a un rango entre US$2,50 a US$2,60. Goldman Sachs hizo una proyección de US$2,8 para el próximo año y si esto se estabiliza podríamos empezar a ver alguna reactivación en proyectos mineros. Más allá de eso no se ve mucho.

¿Y el debate presidencial podría tener impacto en el mejoramiento de las expectativas y en el crecimiento?

-Puede tener impacto pero hacia el segundo semestre del próximo año, ya que ahí las expectativas podrían estar influidas por los candidatos presidenciales. Y esto dependiendo de quién sea el candidato, ahí las expectativas pueden mejorar o bien empeorar.

¿Considera necesario que el Gobierno perfeccione las reformas que ha impulsado en esta administración?

-Definitivamente Chile requiere cambiar la Reforma Tributaria, no puede quedarse atrás de lo que está pasando en otros países. Por ejemplo, en Inglaterra se está pensando en bajar impuestos a las empresas; en Francia y Estados Unidos lo mismo, y nosotros en cambio, estamos con una tasa impositiva de Primera Categoría de 27%, lo que es demasiado alto para darle un impulso al crecimiento y a la inversión. Esa tasa debe ser revisada a la baja, y por otro lado necesitamos ahorro para financiar la inversión y por ello, se deben impulsar cambios que lo fomenten.

¿Qué cambios impulsaría considerando que se necesitan los recursos de los ingresos tributarios?

-Habría que pensar en reintegrar el sistema, y comenzar de manera gradual a bajar la tasa de impuesto a las empresas. Es un tema difícil considerando que las arcas fiscales están súper apretadas. Por ello, esto se debe hacer en un plan de largo plazo de manera paulatina, no podemos hacerlo de un año para otro.

¿Será tema de campaña presidencial?

-Seguramente el tema del crecimiento volverá a ser el centro del debate, ya que el progreso sin crecimiento económico no es posible.

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