(El Mercurio) La inflación interanual de 1,5% que registró China en el mes de noviembre, y que superó levemente el 1,3% de octubre, no ha logrado disipar al fantasma de la deflación que amenaza la economía del gigante asiático.
El índice inflacionario aún está lejos de la meta gubernamental de un 3%, y se teme una dinámica de estancamiento y retroceso de precios, como la que vivió Japón en la llamada «década perdida».
Esto, como consecuencia del bajo valor de cambio de la energía y de las materias primas, así como por una sobreoferta de productos por los que la demanda es débil.
Según informó Reuters, los economistas de ANZ Liu Li-Gang y Louis Lam habrían escrito en una nota de análisis que «China entró en una era deflacionaria».
Economistas de HSBC, en tanto, habrían afirmado a sus clientes que «con la confianza corporativa ya en su mínimo en seis años, la persistente deflación podría poner en riesgo a la economía».