(AméricaEconomía) De acuerdo con el director de Fedesarrollo, Leonardo Villar, el cambio estructural en el mercado global del crudo presenta un nuevo panorama macroeconómico para Colombia, que exige un ajuste ordenado y gradual en tres frentes cruciales: la sustitución de ingresos tributarios, la dinámica controlada del gasto público y la diversificación de la canasta exportadora del país.
Villar, quien también hace parte de la comisión tributaria, advirtió que si no se hace una verdadera reforma tributaria estructural los ingresos de la Nación bajarían de manera sustancial en los próximos años.
“Las disminuciones se presentarían porque se reduce la renta petrolera y las utilidades que percibe el gobierno de Ecopetrol y los impuestos que estas empresas pagan; además en el año 2018 varios impuestos que hoy existen desaparecen en ese año como el 4×1.000 o el del patrimonio, impactando el recaudo”, dijo durante su intervención en la versión 50 de la convención bancaria en Cartagena.
El experto manifestó que los requisitos de recursos nacionales para 2018 se estiman en el 1,5% del PIB y para 2020 en cerca del 3% del PIB si no se realiza un ajuste en el tema tributario.
“Eso equivale a 12 billones de pesos para el 2018 anuales y teniendo en cuenta lo que suceda desde ese año para otros impuestos podría llegar a 20 billones de pesos en los años siguientes”.
Concluyó diciendo que pese a la desaceleración del crecimiento que se proyecta para este año y el próximo, el ajuste requerido permitirá que la economía colombiana diversifique sus motores de crecimiento y reduzca su dependencia del sector petrolero, con lo cual transitaría hacia un nuevo periodo de crecimiento acelerado en el mediano plazo.