(Pulso) La situación se viene repitiendo hace más de tres años: asaltos a mano armada en las inmediaciones de las faenas de la mina Doña Inés de Collahuasi, ubicada a 4.400 metros de altura sobre el nivel del mar, en la zona altiplánica de la Primera Región de Tarapacá, cercana con el límite de la frontera con Bolivia.
En noviembre de 2003, Manuel Muñoz, presidente del Sindicato Trabajadores Collahuasi Iquique, envió una carta al presidente ejecutivo de la Compañía Minera Collahuasi, Jorge Gómez Díaz. En la misiva, explicó: “… a pesar de que en constantes reuniones la compañía señaló que tenía todo bajo control en faena, continúan produciéndose asaltos a mano armada con el consiguiente peligro para la vida de los trabajadores. Las medidas tomadas por la compañía no han sido suficientes para preservar la seguridad, por lo que el directorio de este sindicato ha decidido oficializar su posición respecto a tan complicado tema. Es por ello que pedimos oficialmente a la compañía que no envíe trabajadores a lugares de trabajo con alto riesgo que afectan la integridad de ellos, ya que además del daño físico, se vulnera el artículo 184 del Código del Trabajo que señala que el ‘empleador estará obligado a tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores’”.
Los hechos estarían demostrando que la situación persiste. El pasado 8 de abril, Juan Carlos Palma, vicepresidente de Sustentabilidad de Collahuasi, sostuvo una reunión con el Canciller Heraldo Muñoz. La cita figura en las audiencias públicas que tiene el ministro de Relaciones Exterior. Sobre las materias tratadas, se especifica: “Problemas de seguridad en la zona fronteriza con Bolivia que afectan la operación de Cía Minera Doña Inés de Collahuasi SCM”.
Pese a todo, desde la minera desdramatizan con la situación. “La operación de Collahuasi no ha sido afectada por estos incidentes, pero sí han provocado una sensación de inseguridad que nos ha obligado a extremar medidas de protección para nuestros trabajadores y contratistas”, explican desde la empresa.
Junto a esto, desde la minera se precisa que “nos hemos visto en la necesidad de tener que organizarnos para afrontar esta situación especial, y así poder implementar acciones concretas que vayan en resguardo de nuestra gente”. ¿Cómo se evalúa la gestión del Gobierno en esta materia? “Hemos mantenido un constante diálogo con las autoridades, tanto de orden público como gubernamentales para garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y contratistas. Ellos están al tanto de nuestra situación y sin duda hemos recibido apoyo de parte de ellos”, afirman desde la empresa minera.
Huelga
Collahuasi es una sociedad contractual minera perteneciente a Anglo American y Glencore, cada una con un 44% de la propiedad. El 12% restante pertenece a Japan Collahuasi Resources. Durante 2014, su producción aumentó 6%, hasta las 470.383 toneladas. Sus ingresos por ventas fueron de US$2.979 millones y los resultados después de impuestos ascendieron a US$682 millones. Esto pese a la baja de 6% registrada en el precio promedio del metal rojo durante el ejercicio anterior. Su contribución al fisco a través de impuestos aumentó 57%, llegando a US$460 millones, producto de la aplicación de la ley 20.780 de Reforma Tributaria, que generó un mayor cargo a resultados por efecto del cambio de tasa de primera categoría por US$178 millones. Los trabajadores sindicalizados de Collahuasi protagonizaron el lunes una paralización de 24 horas por demandas laborales, lo que afectó parcialmente las labores de extracción y activó un plan de contingencia de la compañía.