(La Tercera) Con la demanda de cobre lista para aumentar, los productores están recurriendo a ideas del siglo XXI para aumentar la producción del metal, que se está convirtiendo en un componente cada vez más crucial de la expansión de la economía global.
Tratando de superar un déficit que puede llegar a dos millones de toneladas dentro de cuatro años, empresas como Codelco, el mayor productor de cobre del mundo; Central Asia Metals Plc y Nautilus Minerals Inc. están utilizando microorganismos especializados para extraer cobre a partir de mineral que antes no se ocupaba, o enviando robots a una milla (1,6 kilómetros) por debajo del mar, para aprovechar depósitos ricos y recuperar el metal de vertederos de décadas atrás en Kazajistán.
Mientras las minas se hacen más caras de operar a medida que envejecen, las nuevas tecnologías ofrecen una amplia gama de opciones creativas, y a veces más baratas, para producir un metal utilizado en acondicionadores de aire, redes de telecomunicaciones, motores eléctricos y otros artefactos de la creciente clase media en muchos países en desarrollo.
“El suministro tiene dificultades para mantenerse al día con la demanda insaciable de la economía mundial”, dice Nick Clarke, CEO de Central Asia Metals, una empresa con sede en Londres que usa una compleja técnica de extracción por solventes para recuperar aproximadamente 10.000 toneladas de cobre al año en Kazajistán, a partir de residuos mineros vertidos en fechas tan remotas como 1930.
La compañía ha invertido cerca de US$ 42 millones para acceder al sitio y construir una planta de procesamiento. Se espera que el complejo reporte ingresos por US$ 74,3 millones para el año fiscal 2014, de acuerdo con estimaciones de analistas, un 37% más que el año anterior.
Clarke está tan convencido de que el precio del cobre va a aumentar, que tiene previsto ampliar ese sitio y, además, está evaluando montar una empresa similar en una playa de Chile que podría tener rastros de cobre, contenidos en las aguas residuales de minas cercanas.
Déficit global
La producción total de cobre en 2013 fue de 13,8 millones de toneladas. El impulso de las nuevas tecnologías e ideas se produce en momentos en que los productores de cobre se enfrentan a un déficit mundial de 296.433 toneladas en el primer semestre de este año, según las estadísticas de la Oficina Mundial del Metal. Goldman Sachs Group Inc. espera que la brecha de suministro llegue a dos millones de toneladas en 2018.
Mientras que los precios del metal han bajado 9,5% este año, debido a la desaceleración del crecimiento en China, el consumidor de cobre más importante del mundo, la baja no está ni cerca de la magnitud de otros metales, como el hierro, que acumula un retroceso superior al 40%.
Paul Gait, analista de Sanford C. Bernstein Ltd., también tiene confianza en el futuro de la producción de cobre. Estima que, con el aumento de la demanda, los precios del metal pueden llegar a US$ 10.000 por tonelada métrica en 2020, cerca de su máximo histórico de US$ 10.160, en febrero de 2011. El viernes, la libra del recurso se transó a US$ 3,006 en la Bolsa de Metales de Londres.
“La época de reservas de cobre de fácil acceso ya es historia”, dijo Gait en una entrevista. “Las empresas mineras están tratando de todas las maneras de llegar a los depósitos de cobre”, añadió.
Incursión de Codelco
Codelco, el productor estatal de Chile, formó una joint venture con JX Nippon Mining & Metals Co., que aprovecha microorganismos llamados extremófilos para asistir la extracción de cobre a partir de mineral sulfurado previamente inutilizable.
Su empresa BioSigma S.A. está construyendo una planta de biolixiviación en la mina Radomiro Tomic de Codelco, en el norte de Chile, que impulsará la producción mientras el suministro regular disminuye. La CEO del emprendimiento, Pilar Parada, dijo que la tecnología ha aumentado las tasas de recuperación de mineral en hasta un 50% en las pruebas realizadas. Codelco, formalmente Corporación Nacional del Cobre de Chile, planea otorgar licencias de la tecnología a otras empresas mineras, dijo Parada, quien no dio detalles sobre los costos.
Nautilus Minerals planea extraer cobre y oro de depósitos de sulfuros encontrados cerca de fuentes hidrotermales submarinas. La empresa con sede en Toronto desarrolló robots para cortar mineral desde el lecho del mar de Bismarck, frente a Papúa Nueva Guinea, más o menos una milla (1,6 kilómetros) hacia abajo, antes de bombear el compuesto de roca y agua a la superficie para su procesamiento.
Minas existentes
Las empresas mineras también están invirtiendo en minas existentes, incluso, a pesar de que se vuelven más caras con el tiempo. Codelco pretende gastar más de US$ 30.000 millones en esta década para aumentar la producción en un 10%, dijo Gerhard von Borries, jefe de proyectos en la empresa, en una entrevista. Sin la inversión, la producción anual se desplomaría en aproximadamente 44%, a un millón de toneladas en su centenaria mina Chuquicamata, dijo.
Rio Tinto Plc planea una expansión de US$ 5.400 millones en su mina Oyu Tolgoi, en Mongolia, uno de los depósitos de cobre y oro más grandes del mundo, después de resolver una disputa de 18 meses con el gobierno en materia de impuestos y sobrecostos. La expansión va a aumentar la producción de cobre de la compañía con sede en Londres en 490.000 toneladas al año.
Los inversionistas están tratando de comprar minas de cobre, anticipándose a un aumento de precio. El veterano de la minería Lloyd Pengilly, que dirige QKR Corp., fondo de inversión respaldado por el fondo soberano de US$ 100.000 millones de Qatar y por el hombre más rico de Polonia, Jan Kulczyk, ha pasado dos años buscando, sin éxito.
“Hoy, la carrera es conseguir la mayor cantidad de depósitos de cobre que sea posible”, dijo Pengilly, un ex banquero de JPMorgan Chase & Co. “Los propietarios verán la rentabilidad cuando la balanza indique que hay una oferta disminuyendo en tres o cuatro años”.