(El Mercurio) Si no se lleva adelante HidroAysén, la creciente demanda energética durante los próximos 10 años deberá ser satisfecha con fuentes alternativas a la hidroelectricidad.
Respecto de este desafío, la gerente general de Energética y ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía, María Isabel González, manifestó que hasta el momento el país tiene fuentes de energía base, por lo que los precios no debieran subir. Sin embargo, dijo que hay que aprovechar los recursos hídricos. «Es ridículo que un país como este no aproveche sus recursos hidráulicos, que son abundantes», comentó.
En esta línea, el socio director de Synex, Renato Agurto, dijo que si no se construye HidroAysén, esta será reemplazada por fuentes como petróleo o carbón. Agregó que una «carbonización» de la matriz tendría un impacto grande para el país.
Los costos
El abogado de Fermandois, Evans y Cía, Eugenio Evans, fue más allá y enfatizó que, tarde o temprano, el potencial hidroeléctrico se va a tener que usar. En cuanto a las energías base, que son más caras o más contaminantes, «el GNL no es sucio, pero es carísimo», apuntó. Y añadió que la economía comenzaría a contraerse si no se llevan proyectos como HidroAysén, debido a los altos costos que acarrearía una mayor implementación de energías térmicas.
No obstante, Agurto explicó que el uso de carbón limitaría el aumento de precios, precisando que, en el último tiempo, las normas del país y las tecnologías disponibles son exigentes en materia ambiental. Por su parte, René Muga, gerente general de la Asociación de Generadoras de Chile, señaló que HidroAysén «es un proyecto que por su tamaño es un aporte importante, pero hay que entender que a 12 años vamos a tener que contar con el doble de capacidad que hay instalada en el país y, por lo tanto, la discusión no se debe centrar en este proyecto».