Varios fueron los cambios que la gigante brasileña Companhia Vale do Rio Doce (CVRD), hoy Vale, debió realizar a su primer proyecto minero en Chile.
Esto porque tras presentar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la iniciativa -ubicada en la Región de Coquimbo-, la firma debió lidiar con un fuerte rechazo por parte de la comunidad que veía en el proyecto una amenaza.
Tan fuerte fue la oposición, que el Country Manager de la minera en Chile, Gilberto Schubert, reconoció que para corregir las observaciones los costos del proyecto debieron elevarse en más de US$ 10 millones, hasta alcanzar los US$ 102 millones.
“Este incremento responde a las mejoras realizadas en el diseño de nuestro proyecto”, explicó el ejecutivo quien detalló que “uno de estos cambios supone el desplazamiento de nuestra planta de tratamiento de mineral”.
Esas no fueron las únicas modificaciones. Los planes originales contemplaban el desarrollo de dos yacimientos: Papomono y Don Gabriel, los que fueron unificados en el EIA reingresado a trámite ambiental el 13 de octubre.
La compañía además cambió el nombre de la iniciativa, originalmente llamada Papomono, para hacerla más amigable con la comunidad. “Cambiamos el nombre del proyecto a Tres Valles, que creemos representa la unión armónica de nuestra empresa con el entorno en que nos desenvolvemos”, indicó Schubert.
En este contexto, el ejecutivo reconoció que este fue “un exhaustivo proceso de re-investigación” que le permitió a la empresa reformular el proyecto agregando mejoras en materias como seguridad y control medioambiental.
El proyecto
En términos productivos, el primer yacimiento de Vale en Chile- que se ejecuta a través de la filial Compañía Minera Latino-Americana (CML)-, tiene proyectado generar 18.500 toneladas de cátodos de cobre anuales.
Respecto de si el ingreso de Vale do Rio Doce a Chile podría verse afectado por la caída del precio del cobre y la dificultad para financiar proyectos a raíz de la menor liquidez en el mercado, Schubert aseguró que ello no es un obstáculo para la firma brasileña.
Por el contrario, señaló que el reingreso del proyecto al sistema de evaluación y sus cambios responden a su interés de arribar definitivamente al país.
“El proyecto está pensado a largo plazo, por lo que la contingencia económica actual que afecta los precios del cobre y aumenta los precios de la industria no modifica nuestras proyecciones. Por esto seguimos trabajando con miras a obtener los permisos medioambientales”, concluyó el ejecutivo.
Fuente / Diario Financiero