Este viernes se inaugura oficialmente Antucoya, la más nueva faena del grupo Antofagasta Minerals, y el único proyecto greenfield en Chile desde Caserones y Sierra Gorda, en 2014, y División Ministro Hales, en enero de 2016. El proyecto demandó una inversión de US$1.900 millones.
La mina, ubicada a 125 kilómetros al noroeste de Antofagasta y a 1.700 metros de altitud, produjo su primer cátodo en 2015 y durante 2016 comenzó su proceso de ramp-up para llegar a su capacidad de diseño.
Antucoya produjo su primer cátodo en 2015.
Según lo detallado por la compañía, su vida útil es de 20 años, con una producción promedio anual de 80.000 – 85.000 toneladas de cobre fino.
El mineral es procesado en una planta de chancado y aglomeración, para posteriormente ser apilado y lixiviado en pilas dinámicas. La solución rica producida por los procesos de lixiviación se trata en una planta de extracción por solventes y electro-obtención (SX-EW), para producir cátodos de cobre de alta pureza.
El mineral es procesado en una planta de chancado y aglomeración, para posteriormente ser apilado y lixiviado en pilas dinámicas.
“Dado que la ley promedio de este yacimiento es baja, alrededor de 0,35%, tiene una de las capacidades de tratamiento de mineral por día más altas entre los yacimientos que producen cobre a partir de óxidos, y que utilizan la lixiviación y electro-obtención. Esto, a la vez, obliga a la compañía a seguir una estricta disciplina operacional”, puntualizan.
Además, es la tercera operación de Antofagasta Minerals, después de Michilla y la explotación de sulfuros de Centinela (ex Esperanza), en usar 100% agua de mar para la producción de cobre.