(El Mercurio) Gobernador regional. Esta será la nueva figura que reemplazará a los actuales intendentes designados por el Presidente, según lo acordaron el Ejecutivo y los senadores que componen la comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización. La definición se tomó en el marco de la reforma constitucional que permite la elección directa de los intendentes y que se comenzó a votar en la comisión el pasado 16 de diciembre.
«En la comisión hubo un consenso de que el nombre del intendente debiese ser de ‘gobernador regional’, y a nosotros no nos incomoda «, dijo a «El Mercurio» el subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes (DC), en referencia al cargo que, según propone el Gobierno, deberá ser elegido desde 2017.
La definición del nombre va acompañada del debate por las competencias que tendrá la nueva autoridad regional. Esto, porque entre algunos parlamentarios existe inquietud de que sus facultades sean muy reducidas frente a una figura paralela que seguirá siendo designada por la Presidencia. Este último cargo llevaba el nombre original de gobernador, pero en vista de la modificación, pasaría a denominarse «delegado presidencial».
Debate por facultades
El presidente de la comisión, senador Alberto Espina (RN), explicó que «si se trata de quien va a gobernar la región, lo lógico y razonable es que su nombre sea gobernador y quien representa al Presidente de la República va a ser el delegado presidencial».
En noviembre, durante una reunión de la bancada regionalista con la Mandataria, el diputado PPD Rodrigo González recordó que a la Presidenta se le manifestó la preocupación que existe ante el exceso de facultades del delegado presidencial.
«La Presidenta se comprometió a que será un delegado presidencial con facultas exclusivas en el ámbito de la seguridad pública, situación que ya se dio en la comisión, pero aún están por afinarse las atribuciones de cada uno», señaló.
Hasta ahora, el proyecto de reforma contempla que el nuevo gobernador regional sea el presidente del consejo regional y que esté a cargo de la coordinación, supervigilancia y fiscalización de los servicios públicos de la región. También debe velar por el funcionamiento del sistema de transporte de la zona y las políticas de planificación urbana.
El delegado presidencial, en cambio, tendrá tareas propias del gobierno interior, como, por ejemplo, el orden público, tarea que hoy radica en los actuales intendentes.
Sobre esta materia, el senador Espina reconoció que aún queda por discutir y definir en la comisión cuáles serán las atribuciones de cada uno.
En cuanto al cambio de nombre, Cifuentes entrega otro punto de vista: «Hubo varios argumentos conceptuales, políticos. Unos dicen que el nombre del intendente no corresponde, porque nunca ha sido una figura elegida, sino que una figura designada, asociada al gobierno militar», afirma.
Reelección indefinida
En la comisión también se acordó que el gobernador regional tenga reelección indefinida, lo que contrasta con la propuesta del Gobierno, que permitía sólo dos reelecciones.
Si bien Espina advirtió que es un tema «debatible», explicó que en la comisión se reconoció que un periodo de cuatro años -lo que duraría la autoridad en el cargo- es insuficiente para generar mejoras reales en las regiones. Los senadores también acordaron que el gobernador sea elegido en primera vuelta, con mayoría simple.