En verdadero pie de guerra están los dirigentes sindicales mineros, porque consideran que se les debiera atender sus demandas, las que, están planteadas ante la administración, pero no logran avance sobre ellas. Los antecedentes los entregaron el presidente Ricardo Calderón y el tesorero del sindicato Grimaldo Ponce, quienes manifestaron que por eso y otras varias situaciones están molestos. Uno de los puntos es el traslado del campamento, que está atrasado. Destacan que el acuerdo establece que en julio del 2006 debía estar lista la construcción de las casas y todavía no ocurre así. Otro es el tema de los sueldos, que se los han rebajado considerablemente en el último tiempo.
Por lo mismo, remitirán una carta al presidente ejecutivo de Codelco José Pablo Arellano, la que irá firmada por todos o la mayoría de los supervisores, para plantearle estas inquietudes de manera directa y que conozca el sentir de los profesionales mineros de Codelco Norte.
De acuerdo a lo explicado por Grimaldo Ponce, en la carta le hacen presente a Arellano que el Convenio de Desempeño no es la herramienta adecuada para medir a los supervisores por que el diseño del negocio es un problema estructural que tiene que ver con la macroestructura de Codelco, donde el supervisor no tiene autoridad para influir por ejemplo en ese aspecto (el negocio), a no ser que sea la cosa operativa propiamente tal.
De allí es que consideran ellos no son responsables de la gran mayoría de las situaciones que se presentan y que se les atribuye.
Dijo que están molestos por cuanto hoy se está viendo cómo resolver el problema de los trabajadores, entregando bonos por negociación anticipada, sin embargo no se ha podido resolver problemas hasta que están convenidos en el Contrato Colectivo y no les dan solución.
Dijo ellos no han roto las conversaciones, pero están flojas. Destacó que espera que la carta sea contestada por el bienestar de sus asociados.
Ponce dijo que les preocupa el atraso que presenta el traslado de los supervisores a Calama, por cuanto mientras tanto, las condiciones de vida en Chuquicamata se deterioran, «se está enfermando a la gente». «O sea que además de habernos quitado rentas, nos tienen complicados con el traslado. Las razones del traslado dijo son varias, principalmente en la constructibilidad de las casas, en cuanto a calidad..
El presidente
A su vez el presidente del gremio también se refirió a la asamblea e inquietudes que se les presentan y dijo que el Bono Variable es uno de los temas que les aflije, porque está rindiendo muy mal, por cuanto está asociado al Convenio de Desempeño, y éste ha tenido muy malos resultados, por muchos proyectos que en mayoría no dependen de los supervisores de Codelco Norte y por estos, como el retraso de Mansa Mina, les afecta el bono y les genera que hoy tengan una merma más o menos del 30 por ciento. «Ese bono tiene depuraciones que tiene que hacer la presidencia ejecutiva, o sea José Pablo Arellano, quien nos transmitió a través del gerente de desarrollo humano Alejandro Salinero que no está en condiciones de modificar metas, ni hacer ajustes al Bono por la investigación que realiza justamente la Contraloríade la República, donde está cuestionándose justamente el pago de ciertos bonos. En esa línea nos entrevistaremos con José Antonio Gómez y con Marco Espinosa, y también estamos pidiéndole una reunión al diputado Felipe Ward para hacerles ver que conozcan estas materias».
A su vez dijo que la carta que remiten a Arellano es precisamente para expresarle la molestia por la posición que ha adoptado en relación al tema del bono. «Estamos molestos, porque hay un trato discriminatorio, inequitativo. Tenemos muchos argumentos técnicos que el bono debiera rendir mucho más».
Dijo a un día de la asamblea ya firmaron más de doscientos trabajadores. En cuanto al traslado dijo que hay una serie de divergencias que están generando el retraso y nos tiene preocupada la situación ambiental, porque hay una seria concentración de material particulado en Chuquicamata y ahora se presenta Calama en similares condiciones.
Destacó que lo otro es que preocupa a los socios el deterioro de la calidad de vida en el campamento.
Fuente / El Mercurio de Calama