Falconbridge: Nuestro proyecto y el de Endesa no son excluyentes

Abr 5, 2006

Por cada centavo adicional al presupuesto, el país obtiene US$ 90 millones anuales.

Aunque la decisión de Falconbridge de estudiar la construcción de una central hidroeléctrica en Aysén, XI Región, fue recibida con sorpresa en la industria, la minera canadiense viene desde hace meses evaluando el proyecto, cuyo primer paso será la central Cuervo, que demandará una inversión de US$ 600 millones y tendrá una capacidad de 740 MW de potencia.
Para concretar la iniciativa, la compañía está en plena etapa de evaluación, volcada a desarrollar todos los informes necesarios para elaborar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). El gerente de asuntos públicos de Falconbridge, Juan Pablo Schaeffer, indicó que los análisis son del ámbito económico, técnico y ambiental y que, por ahora, no es posible estimar cuándo se entregará el EIA a las autoridades pertinentes.
El proyecto, denominado “Energía Austral”, motivó la visita de ejecutivos canadienses al país y surge justo cuando la agenda energética está marcada por la polémica en torno a las centrales que proyecta construir Endesa también en la XI Región. Sin embargo, Schaeffer evitó referirse a esa iniciativa, asegurando que la compañía prefiere enfocarse en “sus propios proyectos y en hacerlos viables”.
Consultado sobre la posibilidad de asociarse con Endesa para construir la línea de transmisión que se requiere en la zona, aseguró que “el proyecto nuestro con el de Endesa no son excluyentes. Son absolutamente viables ambos” y que la línea de transmisión es uno de los aspectos técnicos que están siendo evaluados.
El encargado de llevar adelante el plan será el gerente general de la Unidad de Negocios Cobre de Falconbridge en Chile, Fernando Porcile, ya que la iniciativa está radicada en la empresa Energía Austral, que dependerá directamente del área que encabeza este ejecutivo.
Parte del interés de la compañía por sacar partido a los derechos de agua que Noranda poseía desde la época en que evaluó construir una planta reductora de aluminio en la zona (proyecto Alumysa), se explica en las modificaciones que recientemente sufrió la Ley Eléctrica, la que según Schaeffer, invitó a distintos actores a que ingresen al mercado eléctrico. “Estamos respondiendo a eso, teníamos estos activos inmovilizados y aceptamos ese desafío”, dijo el ejecutivo, asegurando que el objetivo es convertirse en “un actor más del mercado energético”.
Falconbridge, reconocido como productor mundial líder en cobre y níquel, quiere asumir en forma individual el proyecto, pero ha sostenido una ronda de conversaciones con todos los actores del mercado para conocer sus impresiones respecto de la iniciativa.

Fuente / Diario Financiero

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