Las mineras se reúnen en el «centro de la Tierra» en busca de cobre

Jun 13, 2012

En Bingham Canyon, Rio Tinto ya ha excavado una mina a cielo abierto con una profundidad de 610 metros y 4 kilómetros de ancho. Para llegar a nuevos depósitos de cobre, tendrá que cavar a una profundidad total de unos 1.220 metros, casi el doble que la mayoría de minas.

(El Mercurio) Bingham Canyon, Utah. Las mineras han excavado, explotado y extraído 19 millones de toneladas de cobre de este valle, suficiente para todos los peniques y centavos acuñados en la historia de Estados Unidos, en lo que es la mina a cielo abierto más profunda del mundo.

Hay mucho más en una región sin explorar a una profundidad mucho mayor. Por eso, su propietaria, el gigante global Rio Tinto, está invirtiendo US$ 165 millones en evaluar el área, que podría contener cobre por un valor de hasta US$ 5 .000 millones.

Algunas empresas que han dependido primordialmente de la minería a cielo abierto, que consiste en la extracción de minerales cerca de la superficie, están dispuestas a ir más hondo. Una vez que se agotan los depósitos en la superficie, las compañías ahora pueden descender a mayores profundidades, en vez de buscar nuevas reservas y construir infraestructura para explotar, procesar y transportar esos recursos.

Las nuevas tecnologías -como perforadoras robotizadas y ductos de aleaciones ultrarresistentes- hacen que sea posible bajar al doble de profundidad y los precios relativamente altos de las materias primas lo vuelven rentable desde el punto de vista financiero.

En Bingham Canyon, Rio Tinto ya ha excavado una mina a cielo abierto con una profundidad de 610 metros y 4 kilómetros de ancho. Para llegar a nuevos depósitos de cobre, tendrá que cavar a una profundidad total de unos 1.220 metros, casi el doble que la mayoría de minas.

Los depósitos fáciles de encontrar, ubicados cerca de la superficie, prácticamente se han agotado, señala Richard Hillis, presidente ejecutivo de Deep Exploration Technologies Research Center, un consorcio australiano formado por mineras y geólogos dedicados a superar los desafíos tecnológicos de la minería en profundidad. La mayoría de yacimientos -minas a cielo abierto y las subterráneas, que son más convencionales- no llegan a los 610 metros de profundidad. Teniendo en cuenta que la corteza de la Tierra mide entre 4,8 y 48,3 kilómetros de grosor, debajo de las minas existentes hay enormes reservas de minerales.

Peligros y desventajas
La minería en profundidad tiene sus riesgos. Por un lado, es cara. Las empresas tienen que excavar elaborados sistemas de túneles subterráneos e invertir en todo tipo de equipamiento, como perforadoras robotizadas que pueden cambiar de dirección bajo tierra. Además, la profundidad incrementa el peligro al que se someten los mineros.

Bajar más hondo también significa encontrarse con masas de agua y este líquido debe ser bombeado hasta la superficie. Eso representa riesgos medioambientales, como la filtración de desperdicios de la minería a esas masas de agua. Estas minas también generan más escombros que tienen que amontonarse en la superficie.
Las mineras aseguran que capturan y tratan el agua contaminada y que dejan la tierra en sus condiciones originales cuando han terminado su trabajo y que excavar a una mayor profundidad significa que no tienen que incursionar en territorio virgen.

Daniel Edelstein, especialista de cobre del Servicio Geológico de EE.UU., dice que la minería a cielo abierto, donde los minerales son desprendidos de la superficie con el uso de explosivos y que provee las economías de escala necesarias para generar grandes ganancias en los mercados globales de materias primas, seguirá siendo la norma.

«Las 18 mayores minas de cobre en EE.UU. son de cielo abierto», indica. «Lo que veremos en el futuro será una mezcla, en la que algunas grandes mineras tendrán operaciones a cielo abierto y otras subterráneas».

Los gobiernos de Australia y Canadá han establecido centros de investigación financiados por la industria para encontrar maneras de excavar a profundidades mayores. Las autoridades bromean que los dos países «se encontrarán en el centro de la Tierra».

Otras compañías también están excavando, o planean hacerlo, debajo de actuales minas a cielo abierto.

Un ejemplo es BHP Billiton en su mina Ekati, en el norte de Canadá, y la estatal chilena Codelco, en Chuquicamata. La mina Oyu Tolgoi, de Rio Tinto, que está en construcción en Mongolia, combinará las dos operaciones de minería.

Fuente / El Mercurio

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