Laboratorio de aditivos de molienda de cemento de Sika cumple un año en Chile

Jul 9, 2009

La empresa se dedica a desarrollar aditivos para cementos según las necesidades de sus clientes en Latinoamérica.

(Sika) Hace un año que la compañía Sika, de origen suizo, instaló en Chile el primer Centro de Investigación regional dedicado a estudiar los procesos de molienda de la industria del cemento con el objetivo de crear aditivos según las necesidades de los clientes, para incrementar la productividad y calidad, mejorando la eficiencia del molino y del separador.

La calidad del cemento, la mejora de la productividad y la reducción de emisiones de anhídrido carbónico (CO2), son tres de los grandes desafíos que tienen las empresas cementeras en el mundo. En los países de Europa y Norteamérica estas compañías comenzaron en la década de los 80 a utilizar aditivos durante el proceso de molienda, ya que aportan grandes beneficios económicos debido a su menor consumo energético.

Ernesto Croquevielle, Jefe de Investigación y Desarrollo de Sika S.A. Chile, afirmó que la empresa decidió construir este nuevo Centro de Investigación con última tecnología a nivel mundial para desarrollar proyectos desde México al sur de América donde tiene catorce filiales.

A un año de la puesta en marcha del Laboratorio, el especialista aseveró que “actualmente hemos cubierto las necesidades de todas las empresas del país y en Latinoamérica estamos presentes en México, Colombia, Ecuador, Perú y Brasil”.

Aunque en cada país los cementos son distintos debido a las materias primas que utilizan, las industrias cementeras convergen en ahorrar al máximo en energía durante sus procesos de molienda y por otra parte a incrementar las prestaciones de este mineral no-metálico en cuanto a finura, resistencia, fluidez, entre otras características.

En países como España utilizan también aditivos para sustituir un porcentaje de clínquer con el fin de reducir las emisiones de anhídrido carbónico y así no sobrepasar los límites de la norma legal de gases, manteniendo inalterada la resistencia del cemento.

Ernesto Croquevielle, explicó que “también están desarrollando este tipo de coadyuvantes de molienda, porque permiten disminuir considerablemente el consumo de energía, ya que durante el proceso de fabricación del cemento, la etapa de molienda es la más intensiva en demanda de energía eléctrica”.

Infraestructura y equipamiento

El Centro de Investigación de Sika S.A. Chile, ubicado en Santiago, cuenta con una superficie de 350 m2, donde se encuentran los laboratorios de molienda y biotecnología con sus respectivas oficinas.

El laboratorio posee equipos de última tecnología de origen europeo, entre ellos molino planetario, molino de bolas, homogenizador de polvos, analizador de tamaño de partículas vía Láser, sistema de dispersión por ultrasonido, permeabilímetro Blaine, entre otros instrumentos y equipos.

Etapas del proyecto

La investigación comienza cuando el cliente informa las características específicas que persigue para su cemento, entregando una muestra de su producto actual, junto con sus respectivas materias primas (clínquer, puzolana y yeso).

Se hacen simulaciones de molienda a escala de laboratorio y piloto para obtener un cemento de características similares al de la referencia. Los ensayos se realizan agregando diferentes tipos y dosis de aditivos, para evaluar comparativamente su comportamiento. En cada caso, se determina la finura Blaine y la distribución de tamaño de partículas de los productos resultantes. También se realizan ensayos de densidad y fluidez de polvos de cada cemento obtenido.

Adicionalmente, con los cementos producidos a escala piloto se realiza una serie de pruebas, ya sea con pastas de cemento, morteros y/o hormigones, orientada a testear el comportamiento final de los aditivos en lo que respecta a su acción como mejoradores de calidad.

Por último, para completar la serie de ensayos, con el consentimiento del cliente, se efectúa una prueba a escala industrial, donde el Departamento Técnico de Sika hace un ensayo en planta por un período de 24 horas, para evaluar en terreno el resultado de la adición del respectivo coadyuvante de molienda.

Fuente / Sika

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