India desembarca en Latinoamérica en busca de materias primas y recursos humanos

Mar 19, 2012

Su industria de tecnologías de la información necesita llenar 10 millones de vacantes en la próxima década.

(Diario Financiero) ¿Qué tan conectados están India y América Latina? No mucho. Un vuelo de Santiago a Bombay, a 14.000 kilómetros, demora 30 horas y tiene dos escalas. A Madrid, en cambio, distante a 9.000 kilómetros, se llega en medio día. Y directo. Pero pese a las distancias geográficas, y culturales, India y Latinoamérica están creando lazos cada vez más firmes.

Hasta ahora, la falta de lazos históricos y de conocimiento mutuo explicaban la frialdad en las relaciones. Prueba de ello es una anécdota que sucedió a mediados de 2000, cuando un delegado de la Confederación de la Industria India señaló durante una visita comercial a Colombia al entonces presidente Álvaro Uribe que la principal disuasión para invertir allí era Hollywood, cuyas películas sobre junglas llenas de droga contrastan con las crecientes oportunidades en el sector bancario, las telecomunicaciones, la minería y la agricultura.

Hoy la situación está comenzando a cambiar. La creciente demanda india de alimentos y materias primas representa una enorme oportunidad para América Latina. A su vez, la región puede sacar provecho de los productos que desarrolla India, un líder mundial en tecnologías de la información (TI) y la producción de fármacos genéricos.

Para aprovechar estas oportunidades, se han firmado numerosos acuerdos comerciales entre países de la región e India, y diversas firmas latinoamericanas se han instalado en el país asiático, que creció de forma constante en la última década y se convertiría en la tercera economía mundial, detrás de China y EEUU, en 2030.

“Existe una alta complementariedad entre India y América Latina”, afirmó hace poco a Economist Intelligence Unit (EIU) el economista brasileño del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Mesquita.

En su estudio “India: Oportunidades y desafíos para América Latina” de 2010, el especialista señala que no es posible ignorar al país asiático, con un billón (millón de millones) de dólares de Producto Interno Bruto (PIB) y un mercado de mil millones de personas.

Mesquita destaca en su texto que se trata de un país que, al igual que China, tiene pocos recursos naturales, por lo cual posee un enorme potencial de demanda para los productos de la región. Pero hasta ahora, el comercio se ha desarrollado de forma lenta, por dos razones principales.

La primera son altos aranceles bilaterales, a pesar de los acuerdos comerciales y de promoción bilateral de inversiones firmados por India en los últimos años, entre otros con el bloque comercial Mercosur (2005), Chile (2006) y México (2007), así como numerosos tratados para evitar la doble tributación. India cobra aranceles agrícolas de hasta 60% a productos latinoamericanos, mientras la región grava hasta 13% a productos industriales indios. Por eso Mesquita propone ampliar los acuerdos, para incluir más productos y países.
La segunda razón del bajo intercambio son los costos del transporte. La infraestructura es débil en ambas regiones, según el economista, por lo es urgente tomar medidas para incentivar la inversión en mejorarla.

Demanda india
Gracias a su creciente clase media, India es un mercado ideal para productos latinoamericanos como soya, aceite de girasol, pollos y bebestibles (los indios están aprendiendo a tomar vino con marcas de Chile y Argentina, y alejándose de su tradicional gusto por los licores fuertes y la cerveza). Por otra parte, el trigo de India, uno de los mayores productores mundiales, tiene gran potencial en nuestra región.

India también es líder en los fármacos genéricos. Abastece el 50% del mercado global y encuentra en el mercado latinoamericano, de US$60.000 millones, una gran oportunidad de negocios. La firma Ranbaxy realizó una incursión pionera en Brasil en 2000, mientras Dr Reddys Lab adquirió una planta mexicana por US$60 millones y Glenmark invirtió recientemente en una planta en el norte de Buenos Aires y otra en Sao Paolo.

India importa un 80% del petróleo que consume, mientras nuestra región posee un 20% de las reservas mundiales. Eso ha llevado a los asiáticos a invertir en Venezuela, Brasil, México, Colombia y Ecuador. Además, la mitad de la producción eléctrica india es a carbón, por lo cual se espera que cuadriplique sus importaciones de carbón de 54 millones de toneladas en 2011 a 223 millones de toneladas en 2016, una gran oportunidad para Colombia, que tiene las mayores reservas de América Latina.

Ya son varias las empresas latinas que se han instalado en India para trabajar. El fabricante de buses Marcopolo de Brasil tiene un joint venture con Tata India para producir allí. La firma de TI Stefanini, también de Brasil, tiene centros de desarrollo en Hyderabad y Bangalore. IMPSA, una firma energética de Argentina, tiene oficina en Gurgaon. Cinépolis de México invirtió en salas en cuatro ciudades indias. La procesadora de desechos FANALCA de Colombia ganó un contrato en Chennai y la Compañía Sudamericana de Vapores de Chile tiene oficina en India.

Recursos humanos
Los recursos humanos de la región también son un atractivo para India. La industria de las tecnologías de la información (que representó un 6,4% del PIB indio y un 26% de sus exportaciones en 2011) emplea a 20.000 profesionales en Latinoamérica, un número que según la EIU fácilmente podría triplicarse en los próximos cinco años.

El sector de las TI necesita llenar 10 millones de vacantes en la próxima década. América Latina es competitiva, tiene talento y está cerca al importante mercado de EEUU, donde la mayoría de las firmas indias obtiene entre 50% y 80% de sus ingresos, explica la EIU.

Tata Consultancy Services fue la primera firma india en establecerse en Latinoamérica. Comenzó en Uruguay en 2001, y hoy emplea a 8.000 personas en 14 países, desde México hasta Chile.

Sus millonarios contratos con ABN Amro (Brasil), el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Banco Pichincha de Ecuador atrajeron a otras firmas y ya son 25 las que operan en la región, como Infosys, Wipro, Mahindra Satyam, Genpact y Evalueserve.

Fuente / Diario Financiero

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