(La Tercera) A poco más de dos años desde la última salida de Chile a los mercados internacionales en búsqueda de financiamiento, el Ministerio de Hacienda anunció ayer desde Nueva York la emisión de deuda en el exterior por un total de US$ 2.052 millones.
Se trata del primer bono soberano a cargo de la administración de Michelle Bachelet y constituye la mayor colocación desde el retorno del país a los mercados internacionales, en 1990.
Esto en un contexto en que el sostenido recorte en las proyecciones de crecimiento y las menores perspectivas para el precio del cobre el próximo año auguran, según los expertos, una merma en los ingresos fiscales y el balance proyectado para 2015. Las proyecciones de la autoridad en el Presupuesto del ejercicio próximo apuntan hasta ahora a un saldo negativo equivalente a 1,9% del PIB, un punto sobre el déficit previsto para 2014.
El ministro Alberto Arenas aseguró en todo caso que los recursos se destinarán a financiar parte de la capitalización de Codelco anunciada en agosto de este año, por US$ 4.000 millones.
“Los recursos de esta emisión serán ingresados a las arcas del Tesoro Público y se usarán para financiar la capitalización de Codelco en función de su plan de inversiones”, aseguró Arenas.
La emisión se materializó a través de dos bonos. El primero, denominado en euros, alcanzó los 800 millones de la moneda del viejo continente a un plazo de 10 años -equivalentes a casi US$ 1.000 millones-, con una tasa de 1,74% y un spread (diferencial) de 75 puntos base sobre el retorno libre de riesgo en euros.
La demanda alcanzó los 3.000 millones de dicha moneda, principalmente de inversionistas de Europa, Latinoamérica y Asia.
La última emisión de deuda soberana en euros data de 2002. En esa oportunidad se colocaron 300 millones de euros al 5,24%.
“Se alcanzaron los objetivos planteados que eran aprovechar las bajas tasas de interés vigentes en el mercado europeo de bonos y generar una nueva tasa de interés de referencia para las empresas chilenas”, afirmó el secretario de Estado.
Segunda emisión
La segunda emisión, en dólares, totalizó US$ 1.060 millones, con vencimiento a 10 años, a una tasa de 3,185% y un spread de 90 puntos base sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos. La demanda por estos papeles superó los US$ 3.700 millones.
El jefe de las finanzas públicas subrayó que la operación consideró recursos frescos por US$ 508 millones y una recompra de bonos por US$ 552 millones.
La tasa en dólares es la segunda más baja que alcanza el país, superada solo por la hasta ahora histórica emisión de octubre de 2012: US$ 750 millones a una tasa de 2,379% y un inédito spread de 55 puntos base sobre el tesoro estadounidense.
Aunque no dudó en calificar las condiciones de financiamiento alcanzadas por el país como “muy positivas y razonables dado el contexto internacional”, el decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibañez (UAI) y ex coordinador de Finanzas Internacionales de Hacienda durante la anterior administración, Ignacio Briones, aseguró que de todas formas la emisión “da cuenta de un test del mercado que ve un riesgo algo mayor”.
Patricio Rojas, de Rojas y Asociados, advierte que “considerando el mayor déficit previsto, las amortizaciones de deuda y los bonos de reconocimiento, la necesidad de financiamiento de Chile están en el orden de los US$ 10 mil millones para 2015”. Por eso, considera “adecuada esta emisión y seguramente tendrán que haber otras a nivel del mercado local, además del uso de fondos soberanos para suplir esa necesidad”.